La empresa de autoconsumo catalana Holaluz, que sufrió un gran batacazo en 2023 por la caída de contrataciones tras el 'boom' durante la invasión de Ucrania, trata de recuperarse con una reestructuración financiera completada. Pero la ampliación de capital de 22 millones y el plan de financiación de la deuda no esconden una situación aún muy complicada: facturaron hasta junio 68 millones, un 29% menos que en el primer semestre del año anterior, y las pérdidas crecieron un 9% de los 13,5 a los 14,7 millones.

Así lo muestran los resultados semestrales presentados este jueves ante la bolsa BME Growth. El ebitda, es decir, los resultados operativos antes de amortizaciones e impuestos, ha sido también negativo, de 6,6 millones, un 64% más que los 4 millones del año pasado. La deuda neta es de 42,8 millones, superior a los 41,1 millones con los que cerraron el año pasado. 

Aunque la empresa asegura que será rentable ya a partir del segundo semestre, los mercados no han dado una buena acogida a los resultados y la han penalizado con una caída en bolsa de su valor del 7% en solo un día. 

La empresa, sin embargo, celebra una reducción de pérdidas operativas del 83% en el sector solar y entre 90 y 100 instalaciones al mes que deben confirmar la rentabilidad de este negocio.

Una de las grandes apuestas de la empresa es la instalación de baterías en los autoconsumos ya contratados, con un 81% de penetración que celebran porque está muy por encima de la media del mercado.

La empresa atribuye el ebitda negativo "a los ajustes temporales requeridos por la homologación judicial del plan de reestructuración", que retrasó el inicio del plan de negocio.

Con la Inteligencia Artificial y los despidos, la empresa ha logrado reducir en un 30% los costes operativos y mantiene una base sólida de 255.000 contratos gestionados que, espera, le garantiza un futuro estable.