El grupo Grifols ha reconocido este jueves ante la junta de accionistas que ha diseñado un plan estratégico "ambicioso" para los próximos cinco años que, entre otros ejes de actuación, prevé la reinversión en el negocio orgánico con proyectos altamente rentables y necesarios. Un propósito que se acelerará a partir de este año, para el cual contemplan un crecimiento del 7% en ingresos, para superar los 7.700 millones, y una proyección del resultado operativo (ebitda) de más de 2.000 millones de euros, lo que supone un incremento interanual de aproximadamente el 14%.
Con este pronóstico y la filosofía de que "Grifols es un proyecto que evoluciona y se adapta", como ha reconocido su consejero delegado, Nacho Abia, el grupo ha decidido retomar dos proyectos clave para cubrir una demanda creciente. Abia ha citado la ampliación de las instalaciones de Estados Unidos, en concreto en Clayton, Carolina del Norte; y la construcción de una nueva planta de producción en Lliçà de Vall (Barcelona). Ambos planes llevan algunos años ideados, pero sin llegar a iniciarse ante las vicisitudes que ha atravesado la farmacéutica en su trayectoria más reciente.
En Estados Unidos, Grifols lleva 50 años operando localmente, circunstancia que da un cierto respiro a la gestión actual ante la compleja situación comercial que vive el país bajo la administración pública de Donald Trump. En Clayton, Grifols fabrica anualmente más de 14 millones de viales de medicamentos plasmáticos (aproximadamente el 40% de la producción global total de la compañía); una cartera que incluye albúmina e inmunoglobulinas, tanto intravenosas como subcutáneas, así como alfa-1 antitripsina, proteínas especializadas y factores de coagulación sanguínea para tratar a pacientes de todo el mundo.
Las instalaciones de Clayton no han dejado de crecer desde sus inicios. En los últimos 13 años, Grifols ha cuadruplicado la capacidad de producción de la planta. A finales de 2023, la Food and Drug Administration (FDA) estadounidense aprobó la nueva planta de purificación y llenado estéril de inmunoglobulina, específica para Gamunex, una marca líder de Grifols en inmunoglobulina. Grifols ha invertido aproximadamente 1.000 millones de dólares en el complejo, incluyendo una nueva planta de fraccionamiento que comenzó a operar a principios de 2022, gracias a la cual su capacidad actual de procesamiento de plasma es de 12 millones de litros anuales, y representa más de la mitad de la capacidad global actual de la compañía.
Las innovaciones de Clayton se están replicando actualmente en las nuevas plantas de fabricación de Grifols en Montreal (Canadá) y El Cairo (Egipto). Ambas instalaciones prevén aumentar considerablemente el abastecimiento y la producción de medicamentos derivados del plasma; siendo las apuestas más recientes para el impulsar el crecimiento. Después de la necesaria desinversión del 20% en Shanghai RAAS a Haier Group, por 1.600 millones de euros, para disponer de liquidez y rebajar el nivel de endeudamiento. La operación incluyó un acuerdo de las dos compañías para la distribución exclusiva de albúmina durante los próximos 10 años, con volúmenes mínimos garantizados entre 2024 y 2028, y SRAAS tiene la opción de prolongarlo hasta 2044.
Lliçà una idea que se fraguó en 2018
En Catalunya, en Lliçà de Vall, el grupo de la familia Grífols procedió a la compra de unos terrenos, en mayo de 2020 y tras dos años de espera, para ampliar su capacidad industrial en Barcelona. El terreno se ubica en la zona de Can Gurri, junto al Polígono Industrial de Llevant en Parets del Vallès, donde Grifols inauguró su primera planta en 1972 y donde actualmente la compañía concentra gran parte de sus instalaciones de fabricación en el país.
En aquel entonces, se proyectaba una inversión inicial de 130 millones de euros, de la cual este jueves ningún responsable de la empresa ha proporcionado más datos. Esta inversión era para una primera fase con la construcción de nuevas instalaciones de producción para impulsar el crecimiento de la división Bioscience, especializada en la producción de medicamentos plasmáticos. También estaba previsto aumentar la capacidad de fabricación, investigación y logística de la división Diagnostic, referente mundial en medicina transfusional.
Al retomar la inversión, que ascendería ya a 380 millones, el consejero delegado ha dado a entender en su intervención ante los accionistas que las obras podrían iniciarse este 2025. El grupo advierte que todas sus inversiones en activos farmacéuticos con proyectos de larga ejecución porque requieren de las correspondientes aprobaciones de reguladoras de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) y de la FDA.