La variación de valor de los activos que Colonial posee tanto en Francia como en España, a raíz de la subida de los tipos de interés, ha tenido un impacto contable directo negativo en las cuentas de la socimi (sociedad anónima cotizada de inversión inmobiliaria) de 148 millones de euros, a cierre de 2022. Como consecuencia de este, Colonial ha reducido un 98% su beneficio neto, hasta los 8 millones de euros, contra las ganancias de 474 millones de 2021. Con todo, la compañía ha avanzado este martes que propondrá aumentar su dividendo un 4% y ha recordado que el pasado mes de julio pagó 0,24 euros por acción.

La compañía insiste en qué este efecto es un tema coyuntural y “contable, no de caja” y que ha quedado “compensado” por el crecimiento del 13% de los ingresos por el cobro de las rentas que tiene contratadas en alquiler, hasta la cifra “histórica” de 354 millones de euros, y la ampliación del perímetro por las adquisiciones realizadas, cosa que ha elevado el resultado neto recurrente a 161 millones de euros, un 26% más sobre 2021. Con ello, el resultado bruto de explotación (ebitda) ha crecido un 14%, 283 millones de euros en el período.

En esta tesitura, Colonial ha decidido acelerar el ritmo de desinversiones, ya desde finales de 2022 por un importe de 84 millones de euros, y con operaciones significativas en los que va de 2023, por 300 millones. También está negociando deshacerse de otros tres activos para acabar el primer semestre con un ingreso por ventas de 420 millones, que llegará a los 800 millones en el conjunto del año, según ha apuntado el consejero delegado de la firma, Pere Viñolas, durante la presentación de los resultados anuales este martes. En conjunto, el programa de desinversiones incluye 10 activos, con una superficie total de 98.215 metros cuadrados. Del total, casi 100.000 metros cuadrados corresponde a suelos o activos no estratégicos con elevados niveles de desocupación, y otros son inmuebles en ubicaciones secundarias.

Las previsiones para 2023 son favorables, “porque el fondo de generación de ingresos que tiene la compañía es a largo plazo debido a qué los contratos se cierran para periodos extensos y, pese a que la incertidumbre y la volatilidad parece que se han asentado, seguirá siendo compatible con la estabilidad de nuestro modelo de negocio”, añadió Viñolas. El consejero delegado del grupo y su presidente, Juan José Brugera, insistieron en “la solidez” de la compañía y la liquidez de 2.645 millones de euros, que le permitirá mantener la política de retribución al accionista.

No obstante, el grupo esperará “a ver cómo funciona el mercado de capitales en la segunda mitad del año para concretar más el plan de desinversiones”, ha asegurado Viñolas. "Ni está finalizado el plan de desinversiones ni tenemos previsto multiplicarlo de manera exponencial", ha dicho. El directivo ha señalado que el precio de venta alcanzado “es un mensaje para los inversores que sitúan el valor liquidativo de la compañía en 7 euros la acción”, cuando está sobre los 11,83 euros -algo menos que los 12,04 euros de 2021-. “En un entorno de elevada volatilidad e incertidumbre, el posicionamiento de la calidad de los activos que manejamos, la superficie total gestionada y el incremento de las rentas del 5%, por encima de los niveles de inflación, nos ha permitido mantener estabilidad y situar nuestros indicadores por encima de la media del sector”, ha puntualizado. El grupo cerró el pasado año con más de 176.000 metros cuadrados de contratación, el segundo mayor volumen de su historia, solo superado por la cifra de 2019, y superior a la media de los últimos diez, que ha sido de 100.000 metros cuadrados.

Las rentas máximas firmadas en el portafolio del grupo en París han alcanzado los 1.000 euros por metro cuadrado al año; los 40 euros metro cuadrado mensuales en Madrid; y los 28 euros metro cuadrado al mes en Barcelona. En el conjunto de 2022, el grupo tuvo con una ocupación media del 96%. Los edificios de Colonial en París, que han colgado el cartel de “completo”, generaron unas rentas por valor de 205 millones, un 17% más; los de Madrid aportaron 102 millones, un 8% más y los de Barcelona 48 millones, un 8% más.

La compañía cotizada con un 60% en el IBEX 35 pero básicamente en manos de inversores institucionales y el capital restante corresponde a los fondos Qatar Investment Authority (19%), Grupo Finaccess (15%) y Aguila LTD (5%).