Las tarifas aeroportuarias subirán un 6,44% el año que viene, hasta los 11,02 euros por pasajero, lo que se traduce en un encarecimiento de los billetes de avión en 2026. Estas tarifas, que son las que cobra Aena a las aerolíneas por utilizar sus terminales, pistas, pasarelas o controles de seguridad de los aeropuertos, llevan siete años prácticamente congeladas. Si bien, desde el 2017 al 2021 y desde el 2022 al 2025, o han permanecido estables o incluso han bajado de un ejercicio a otro. Tan solo un ejercicio subieron.
Así lo pone de relieve la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) este jueves, que acaba de dar luz verde a esta subida de tarifas para el 2026, pese a la polémica que ha generado en las aerolíneas. Ryanair, líder por pasajeros en España, es la que más ha criticado estas subidas. Pero en general, todas han lanzado quejas a través de la patronal que las representa, ALA.
Las compañías aéreas creen que es compatible el plan que tiene Aena para ampliar y reformar aeropuertos, y donde pretenden invertir 13.000 millones en los próximos años, con las tarifas actuales. Es decir, que defienden que no es necesario que suban porque la gestora de los aeropuertos tiene otras fuentes de financiación, no solo estas tasas. Pero finalmente, la empresa que preside Maurici Lucena ha vencido y las tasas subirán 68 céntimos por pasajero.
La que más dura ha sido Ryanair, que incluso ha reducido 1,2 millones de plazas de su programación de verano de 2026 en los aeropuertos regionales por este motivo. “Aena debería reducir las tasas aeroportuarias en los aeropuertos regionales infrautilizados, pero en lugar de ello, planea aumentarlas casi un 7%, lo que supone el mayor incremento de las tasas en más de una década”, ha comentado recientemente el consejero delegado, Michael O’Leary.
Desde la Asociación de Líneas Aéreas han peleado en las últimas semanas para que Aena no subiera las tasas, consideran que su modelo de red le permite seguir con las actuales porque si "de los 47 aeropuertos, algunos ganan dinero y otros no", puede compensar lo de unos con otros. Pero una vez finalizado el periodo de consultas con las compañías aéreas, "y comprobado que se cumple con la legalidad", Competencia ha respaldado la subida propuesta por Aena.
La CNMC recuerda que en la última década, ha existido una restricción legal que limitaba ad hoc el aumento de las tarifas y que en 2026 ya no aplica. Señala también que ha aprobado la propuesta de Aena porque se ha ajustado al alza la previsión de tráfico aéreo en los aeropuertos españoles para el año que viene, por lo que el Ingreso Máximo por Pasajero Ajustado (IMAAJ) aplicable quedará fijado en esos 11,02 euros.
Para alcanzar el equilibrio tarifario entre los ingresos y los costes de los servicios, la subida de 2026 no es uniforme y se reparte de forma asimétrica. Por ejemplo, sube un 12% la tarifa que pagan las aerolíneas por la prestación del servicio de aterrizaje, un 7,25% por el servicio de aterrizaje o un 5% por el uso de las infraestructuras. Lo que hace que, de media, la subida sea del 6,44%.