Aena tiene previsto invertir casi 13.000 millones de euros en el periodo 2027-2031 para ampliar aeropuertos y poder atender la demanda futura de pasajeros, que ya está en máximos históricos. Pero buena parte de esta inversión saldrá de las tasas aeroportuarias que pagan las aerolíneas por utilizar sus infraestructuras. Unas tasas que la compañía va a subir un 6,5% y las compañías aéreas se niegan.

La que más se ha pronunciado es Ryanair, que incluso ha reducido 1,2 millones de plazas de su programación de verano de 2026 en los aeropuertos regionales por este motivo. “Aena debería reducir las tasas aeroportuarias en los aeropuertos regionales infrautilizados, pero en lugar de ello, planea aumentarlas en un 7%, lo que supone el mayor incremento de las tasas en más de una década”, señalaba el consejero delegado, Michael O’Leary, hace unos días en Madrid.  

Este miércoles se quejaba la patronal, desde donde aseguran que están peleando para que Aena baje las tasas porque puede hacerlo y seguir adelante con sus planes. “Aena gestiona 47 aeropuertos, algunos ganan dinero y otros no, pero su modelo de red le permite hacerlo”. Por ello, la Asociación de Líneas Aéreas (ALA) defiende que “es compatible” la inversión milmillonaria anunciada para ampliar aeropuertos “con una senda tarifaria de bajada”, sobre todo, por los niveles de pasajeros a los que ha llegado Aena.

Su presidente, Javier Gándara, recordaba que Aena no solo se financia con actividades reguladas, también con actividades no reguladas como los servicios que ofrece en los aeropuertos: parkings, salas VIP, restaurantes o comercios a los que cobra un alquiler o directamente explota.

Sin embargo, la mayor parte de la inversión anunciada (9.991 millones de los casi 13.000 millones) corresponden a inversiones reguladas, un dinero que Aena recauda de las tasas aeroportuarias. Las aerolíneas creen que tienen que estar involucradas y negociar, porque a su juicio “bajar tarifas no impide esa inversión”, insistía el presidente de ALA, que también reconoció que el hecho que fuera el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el Ministro de Transporte, Óscar Puentes, quienes dieron a conocer la cifra, parece que les quita capacidad de negociar.

Pero advertía, “nosotros diremos nuestra opinión al respecto durante el periodo de consultas, principalmente si el cronograma es el más adecuado o no”. Y es que, el presidente de Aena, Maurici Lucena, ha empezado ya a reunirse con las aerolíneas para consultar este plan de inversión que incluye ampliaciones y reformas en aeropuertos como el de Barcelona-El Prat o Madrid-Barajas durante el siguiente marco regulatorio (DORA III) que se extiende del 2027 al 2031, aunque podría llegar al siguiente ciclo (DORA IV, 2032-2036) dada la cantidad.

Las consultas podían empezar en enero 2026, pero las aerolíneas lo han anticipado a este mes de octubre para tener más tiempo y frenar la subida de tarifas durante el DORA III. En este sentido, el presidente de ALA recordaba que la decisión de Aena de subirlas un 6,5% no se aprobaría hasta marzo y todavía tiene que pasar varios trámites.

El primero es que la compañía semipública, donde el Estado controla el 50% del capital, escuche a las aerolíneas, para después recoger sus opiniones y presentar un plan definitivo. Pero también tiene que recibir el respaldo de la CNMC. Y después, Aena debe explicar la propuesta en todos los territorios de España y comités aeroportuarios para finalmente pasar por el Consejo de Ministros. Un proceso que puede alargarse un año.

“Ahora mismo acaba de empezar el proceso de consultas. Aena se reúne de manera privada con las compañías y pregunta qué inversiones son necesarias, cuándo… Eso determinará la inversión final. Habrá que ver si esos 10.000 millones son necesarios y cuáles son suficientes… Hay una importante inversión que habrá que hacer, pero se puede sin subir las tarifas”, concluía.