Catalunya, Madrid, el País Vasco y el País Valencià representan más del 70% del gasto total del país en innovación y son también las regiones que destinan un mayor porcentaje de su PIB a este tipo de inversión, así como las principales productoras de estos activos. Catalunya se sitúa a la cabeza en número de empresas especializadas, Madrid lidera el volumen de ventas de servicios intangibles, mientras que el País Vasco y el País Valencià destacan por su esfuerzo proporcional en relación con su economía regional.

Así lo pone de relieve el último análisis de BBVA Research, donde explica que la inversión en activos intangibles (como el software, la I+D o el capital humano) se ha consolidado como uno de los principales motores de crecimiento económico en España. Sin embargo, esta inversión no se distribuye de forma homogénea en el territorio, sino que se concentra en cuatro comunidades autónomas que destacan tanto por volumen como por intensidad.

Actualmente, siete de cada diez euros destinados a la innovación en España salen de Catalunya, Madrid, el País Vasco y el País Valencià. Aunque en términos absolutos Andalucía ocupa posiciones destacadas, su inversión relativa respecto al PIB es menor, lo que sugiere oportunidades de mejora en eficiencia innovadora. En conjunto, el estudio pone de relieve las brechas territoriales en el ecosistema intangible español y el potencial de las políticas públicas para reducirlas.

El estudio de BBVA Research se basa en un nuevo indicador desarrollado por el banco a partir del análisis de más de 250.000 transacciones bancarias anónimas realizadas entre 2019 y 2024 por 37.000 empresas que son clientes del banco. Con estos datos, la entidad ha podido identificar pagos de facturas entre empresas, que se utilizan como proxy para estimar la inversión en activos intangibles con un nivel elevado de detalle.

La herramienta replica con precisión las cifras oficiales de la Contabilidad Nacional Trimestral del INE, con correlaciones superiores al 0,60. Por tipo de activo, tanto BBVA como INE destacan la I+D en servicios profesionales, el software destinado al sector energético y los servicios informáticos y audiovisuales para medios y tecnología, como motores del crecimiento en la inversión intangible.

Mientras que sectores como la construcción, el transporte o la industria química muestran menor dinamismo relativo. El análisis también revela que la mayoría de los servicios intangibles se comercializan dentro de la misma comunidad autónoma, con la excepción de la I+D, que muestra una mayor movilidad interregional, especialmente hacia Madrid.

Europa invierte menos que EEUU

Europa invierte menos en activos intangibles que Estados Unidos. En 2023, el 21% del total de la inversión en la UE se destinó a activos intangibles, frente al 35% en EE.UU. Esta diferencia explica parte de la brecha de productividad entre ambas regiones, especialmente en sectores intensivos en tecnología. 

Europa tiende a centrarse en mejoras incrementales sobre tecnologías maduras, lo que limita la disrupción y la capacidad de generar nuevas fuentes de crecimiento. En la UE, la creación tecnológica ha disminuido en la industria manufacturera de alta tecnología, tradicional motor de la productividad. La tecnología en el sector servicios se ha acelerado, pero solo las empresas más avanzadas parecen beneficiarse de este progreso.

La fragmentación se debe a la normativa, la sobrerregulación y las restricciones de acceso a datos y mercados, que elevan los costes para las nuevas empresas tecnológicas, limitan la competencia y reducen el efecto de arrastre de la innovació, explica el estudio de BBVA Research. 

Así, las startups tecnológicas europeas dependen más del capital propio o del capital de riesgo (VC) que de la financiación bancaria, y el mercado europeo de capital riesgo sigue siendo pequeño. Esto dificulta que las empresas innovadoras crezcan y compitan a escala global.