El presidente de BBVA, Carlos Torres, cobró casi 7,6 millones el año pasado. Pero si el banquero cumple con los incentivos a largo plazo, podría cobrar 800.000 euros más, en total 8,4 millones. De esta manera, superaría ligeramente la remuneración que obtuvo en 2022, que fue de 8,3 millones. En cualquier caso, su salario ha subido cada año desde que tomó las riendas de la entidad en sustitución de Francisco González como presidente ejecutivo en 2019. Ese ejercicio percibió 5,8 millones de euros, ahora puede percibir un 45% más. 

Solo en 2020 estuvo por debajo de esta cifra porque todos los banqueros europeos decidieron bajar su salario como medida de prudencia por la pandemia. En concreto, el año del Covid, el ejecutivo percibió 4,1 millones, pero ya en 2021 su salario se alzó de nuevo hasta los 7,8 millones, según figura en los informes de remuneraciones que publica BBVA cada año.

De los casi 8,4 millones de euros que Torres podría percibir, 3,59 millones corresponden a su retribución fija y el resto es variable. El sistema de distribución ha cambiado este año, recuerda el banco en su informe de remuneraciones. Durante 2023, 2024, 2025 y 2026, BBVA aplicará un nuevo modelo de retribución variable con dos componentes: un incentivo a corto plazo y otro a largo plazo.

Para poder cobrar estos incentivos, los ejecutivos del banco deben alcanzarse unos umbrales de beneficios y ratio de capital aprobados por el consejo.

En cuanto al consejero delegado, Onur Genç, que ya ha cobrado 6,7 millones, puede llegar a percibir un total de 7,15 millones. Su salario fijo en 2023 fue de 3,56 millones y el resto, es variable y también depende de los incentivos a largo plazo. En 2022, el salario del turco ascendió a 7,15 millones de euros en 2022, por lo que puede igualarse este ejercicio.