La banca no compartía el diseño del 'antiguo' gravamen a la banca (el de 2022 y 2023) y tampoco comparte ahora el del 'nuevo' impuesto, que les afecta desde el 2024. Y CaixaBank, que es el más afectado en ambos casos por ser el banco más grande del país, vuelve a cargar contra él. "Naturalmente, estamos recurriendo el impuesto como recurrimos en su momento el gravamen, porque nos parece que no está conforme al ordenamiento jurídico, ni a los principios tributarios, ni es adecuada la manera en que se ha redactado", explicaba este miércoles Gonzalo Gortázar, consejero delegado de la entidad, en la presentación de resultados. 

El CEO aclaraba que su obligación es cumplir con Hacienda y por eso han pagado este año el del pasado 2024, como les tocaba, pero lo han registrado como una activo porque lo han recurrido. En concreto, el banco catalán ha pagado un 40% del impuesto del año pasado en junio de este 2025, aproximadamente unos 232 millones de un total de 580 millones.

También ayer martes, Unicaja desveló que ha pagado 10 millones por el impuesto a la banca 2024 y automáticamente, lo ha recurrido, siguiendo los pasos de las patronales del sector AEB y CECA.

La banca esperaba pagar el impuesto del 2024 a principios de este 2025, pero el Congreso tumbó el decreto Ómnibus en enero, donde se legislaba y detallaba el diseño de este nuevo impuesto, que dejaba de ser temporal como el del 2022 y 2023. Sin embargo, terminó el primer trimestre y las entidades no habían pagado nada porque la legislación no estaba clara. Finalmente, la orden ministerial llegó en mayo, donde se pedía a los bancos que abonaran entre el 1 y 20 de junio, el impuesto correspondiente al 2024.

600 millones en 2025

Este año, CaixaBank espera tener que pagar casi 600 millones de euros. Y en el primer semestre ya tenía registrados 296 millones de este impuesto. El banco está devengado el impuesto de este 2025 (no lo anota todo en el primer trimestre, sino mes a mes) a diferencia de 2024, que ha pagado y después ha recurrido. El hecho de que la entidad no haya pagado todo el impuesto en el primer trimestre es lo que ha dado un impulso a sus resultados.

Gortázar explicaba que sin ajustar ese devengo del impuesto, su beneficio habría crecido únicamente un 1% y no un 10% como lo ha hecho de enero a junio, hasta rozar los 3.000 millones de euros. "El año pasado registramos la totalidad y esta vez solo la mitad porque ha cambiado el criterio". Según el consejero delegado, aunque solo creciera un 1% seguiría siendo un resultado "muy positivo", porque esperaban un impacto negativo por la caída de tipos de interés.

Sin embargo, reconocía que no es sostenible ese incremento del 10% el resto del año. "Es más lógico ajustar el beneficio a la realidad, a ese 1% proforma", avanzaba el ejecutivo. "A final de este año 2025 los dos números serán iguales, pero nos parecía adecuado ajustar el factor".