CaixaBank es el banco que más ha pagado al Gobierno español por el nuevo impuesto a la banca, en concreto, 373 millones de euros frente a los 225 millones que han pagado BBVA o Santander. Al ser el primer banco del país, por activos y clientes, ha sido el más penalizado. Pero este impuesto, que grava el 4,8% del margen de intereses más las comisiones de las entidades, no es el único que tiene que pagar el sector, también el de sociedades, además de la contribución al Fondo de Garantía de Depósitos.

De esta manera, el consejero delegado de CaixaBank revelaba este viernes en la presentación de resultados que las arcas públicas han recibido del banco unos 1.000 millones de euros en el trimestre, mucho más de lo que han ganado, pues el resultado ha sido de 855 millones. "Hemos pagado más impuestos de lo que hemos ganado, no es lógico", indicaba Gonzalo Gortázar.

El CEO estallaba contra el afán recaudatorio del Gobierno, si bien, la ministra Ione Belarra declaró también el viernes que -viendo lo que han ganado los bancos aun con el impuesto, quizá este debería ser mayor-. Preguntado por estas declaraciones, Gortázar se defendía “los bancos no estamos teniendo beneficios excesivos”.

Gortázar aseguraba que los resultados son mejores que en los últimos años, pero no extraordinarios. “Siguen siendo modestos”. En este sentido explicaba que, en 2022, los tipos de interés han vuelto a la normalidad tras años en negativo, lo que impulsa el margen de intereses. Pero también se está viendo el efecto de la consolidación bancaria. “Hace 15 años había 50 entidades, ahora hay 10, así que los resultados tienen que ser más altos, pero en términos relativos”.

Respecto al tamaño que han alcanzado los bancos españoles, además, defendía que les está permitiendo ser “resilientes y competitivos” ante escenarios más adversos como el que estamos viviendo. Por eso en Estados Unidos, han sido las entidades medianas y pequeñas "las que están en cuestión”. Preguntado sobre si CaixaBank se encontraba ahora mismo inmerso o estudiando alguna operación corporativa, por ejemplo con Unicaja o Novo Banco (dos bancos que suenan en las quinielas de las fusiones) el ejecutivo aseguraba que no y también rechaza que el Banco Central Europeo le haya presionado hacerlo.

De vuelta al impuesto, el tema más polémico de las presentaciones de resultados de los últimos meses, el consejero delegado de CaixaBank recordaba que ellos ya lo recurrieron (como han hecho todos los bancos afectados) y ahora ya está en manos de los Tribunales. En su opinión, el Gobierno español debe “demostrar” porque tiene que haber una nueva tasa impositiva si ya han pagado casi 1.000 millones de impuestos. "No nos parece lógico para una actividad financiera", comentaba.

En las cuentas de CaixaBank se refleja que solo el impuesto de sociedades ha ascendido a 504 millones, el impuesto a la banca ha sido de 373 millones y el Impuesto sobre Bienes Inmuebles otros 22 millones. En el trimestre anterior, también realizaron la contribución al Fondo de Garantía de Depósitos, que se elevó a 407 millones.

El nuevo impuesto a la banca ha hecho que CaixaBank gane un 30% menos a nivel grupo. Unicaja, que al concentrar todos su negocio en España también ha sido de los más afectados, desvelaba hace unos días que ganó un 43% menos hasta marzo tras pagar 64 millones por el impuesto temporal a la banca. Y que sin el impacto del nuevo gravamen, el beneficio habría ascendido a 98 millones, casi un 63% más que a marzo de 2022; Santander también ha puesto de relieve que, de no haber tenido que pagar el nuevo impuesto, su beneficio hubiera mejorado en un 10% al del año pasado, pero solo lo ha hecho en un 1%.

Pese al impuesto, los seis bancos más grandes del país han ganado unos 5.700 millones de euros entre enero y marzo, casi un 14% más que el año pasado, a pesar de haber desembolsado 1.120 millones de euros a Hacienda.