Elon Musk y los inversores vislumbraban un futuro prometedor para Tesla tras la victoria de Donald Trump en noviembre. No es que la popular marca de coches eléctricos necesitara un amigo en la Casa Blanca, pero se entendía que la presencia de su fundador en el círculo del presidente de Estados Unidos podría beneficiar a la empresa, que alcanzó su máximo en bolsa a mediados de diciembre, cuando superó el billón y medio de dólares de valor. Pero en 2025, la situación se dio la vuelta como un calcetín: las ventas comenzaron a bajar y el precio de las acciones cayó, mientras Musk encadenaba polémicas y su imagen pública se deterioraba.

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Musk y Trump con un Cybertruck de Tesla frente a la Casa Blanca. Europa Press

Muchas han sido los análisis que han vinculado el papel público de Musk con el empeoramiento de las ventas de la empresa. El fundador de Tesla y SpaceX, y dueño de la red social X, entró en la administración Trump para reducir su estructura, pero estuvo rodeado de polémica desde un inicio. El día de la toma de posesión del presidente de EE.UU., Tesla valía unos 1,4 billones de dólares en bolsa; hoy, no llega al billón.

Sus declaraciones incendiarias y su presencia constante junto a Trump comenzaron a deteriorar su imagen y, de paso, la de su marca. Surgieron incluso grupos que se movilizaron para pedir boicot a Tesla y Musk. El hombre más rico del mundo incomodó incluso a Trump, porque iba por libre y criticaba incluso a su jefe, y lo empezó a apartar. Finalmente, en pocos meses, la relación entre ambos ha acabado como el rosario de la aurora.

Manifestantes anti-Musk con una pancarta que dice "Musk da asco" / EFE
Manifestantes anti-Musk con una pancarta que dice "Musk da asco" / EFE

La salida de Musk de la Casa Blanca podría ser el primer paso para la recuperación de Tesla, pero el empresario sigue abonado a la polémica y el ojo del huracán. Además, la reputación cuesta muy poco de perder y mucho de ganar, como explicó Fernando Trias de Bes en un reciente artículo de opinión, precisamente, sobre Elon Musk. Pero tampoco puede olvidarse que tras los cinco meses negros de Tesla hay también motivos económicos.

La caída de ventas de Tesla

El descenso de ventas del gigante estadounidense de coches eléctricos es muy severo. Los datos globales más actualizados corresponden al primer trimestre: entre enero y marzo, matriculó 337.000 coches, un 15% menos que en el período del año anterior (50.000 coches menos). Fue el peor trimestre en casi tres años para la marca.

La gran sangría la está sufriendo en Europa, un mercado importante para Tesla. En este caso, los datos llegan hasta abril, y perdió un 46% de las ventas en la UE, donde pasó de 77.000 a 41.700 coches. Si a los 27 sumamos el Reino Unido, Noruega, Suiza, Islandia y Liechtenstein, cayó de 100.000 a 61.000 coches vendidos en el primer cuatrimestre del año, un 39% menos. Lo más grave de todo es posiblemente que las cifras van empeorando mes a mes, y en abril el descenso se situó alrededor del 50%. Es decir, que vendió la mitad de vehículos que un año antes.

Algunos expertos, como los de e-toro, hablan de factores económicos, como el abaratamiento del petróleo en los últimos meses, ya que cuando la gasolina va más cara, la gente es más proclive a comprar coches eléctricos, pero cuando baja, se lo piensa mejor. Lo cierto es que el Brent se está abaratando en los últimos meses –un 16% desde principios de 2025–, pero no parece que esto esté frenando las ventas de eléctricos, que suben un 26% hasta abril en la UE, mientras los de combustión sufren caídas de más del 20%.

También apuntan a un factor macro, que cuando la economía empeora, o las perspectivas son de una ralentización, como pasa actualmente en Europa y a nivel mundial, pero especialmente en Estados Unidos, las ventas de coches de alta gama bajan. En la UE, mientras Tesla cae, Mercedes, BMW y Lexus suben, pero Porsche y Jaguar bajan.

El auge de las marcas chinas

Todos los ojos están puestos en China. Las marcas del gigante asiático han lanzado modelos eléctricos asequibles, ya son líderes de ventas en su país, el mercado más dinámico del mundo, y están entrando con fuerza en los mercados occidentales. No solo con eléctricos, también con coches de combustión, debido a los aranceles de la UE y otros países a los eléctricos chinos, al considerar que representan competencia desleal por las multimillonarias ayudas estatales recibidas por los fabricantes, que acaban siendo empresas públicas o controladas por el gobierno de Xi Jinping.

La estadística de la patronal europea de fabricantes de coches, ACEA, solo incorpora las ventas de un grupo chino, SAIC, que agrupa las marcas MG, Maxus y Roewe. Entre enero y abril, vendió 70.000 coches en la UE, un 52% menos que en los mismos meses del año pasado, y 28.000 más que Tesla, que hace un año la superaba ampliamente.

Las marcas chinas disparan ventas y amenazan a Tesla: cinco grupos superaron los 2 millones de coches vendidos el año pasado

En el ámbito español tenemos datos de más marcas chinas. Es una muestra pequeña, pero reveladora, porque aunque Tesla cae mucho menos que en el conjunto de la UE –un 19% hasta mayo, hasta las 4.500 unidades–, es superada por marcas como BYD (Build Your Dreams), que pasó de vender 900 coches en el mismo período de 2024 a 7.800, y Omoda (4.700 ventas, el triple que el año anterior). La china de moda, MG, matriculó 22.000 coches en España hasta mayo.

Estas cifras tienen algo de trampa, ya que se compara con marcas que suman eléctricos y combustión, o solo combustión, como es el caso, de momento, de Omoda. Pero si vamos a los eléctricos, un mercado que crece un 70% en lo que llevamos de año en España, los únicos modelos del top 10 que venden menos son el Model 3 y el Model Y de Tesla. El primero se mantiene líder del sector en los primeros cinco meses de 2025, pero en mayo fue superado por tres modelos.

El auge de los automóviles chinos es incuestionable. En 2024, las marcas de SAIC superaron los 5 millones de ventas; BYD superó los 4 millones de coches vendidos, un 41% más, de los cuales 1,8 millones eran eléctricos; Changan rozó los 2,7 millones; Chery, grupo propietario de Omoda y Jaecoo, vendió más de 2,6 millones, un 38% más, y Geely, grupo con marcas como Volvo, Polestar y Lynk & Co, 2,2 millones.

Tesla se desangra en bolsa y el futuro es incierto

La caída de ventas de Tesla le ha provocado una sangría en bolsa, donde solo el jueves perdió un 14% después de las disputas de Musk con Trump y el último dato de matriculaciones en Europa. El viernes, sin embargo, recuperó parte de las pérdidas. Al precio de cierre de este viernes, las acciones de Tesla han caído un 38% desde los máximos de diciembre de 2024, un 22% desde principios de año y un 30% desde la toma de posesión de Trump.

Tesla vale hoy en bolsa unos 950.000 millones de dólares, con lo que ha perdido casi 600.000 millones desde máximos, 300.000 millones desde principios de año y más de 400.000 desde finales de enero. El hombre más rico del mundo, que tiene un 12,8% de las acciones, ha visto disminuir en 75.000 millones su fortuna desde los máximos de Tesla. Ahora bien, si ampliamos la perspectiva, antes de la caída, Tesla había vivido un espectacular rally alcista y, de hecho, en el último año, ha subido un 67%.

Los analistas dudan de si seguirá la corrección a corto plazo, pero, en general, son optimistas a largo plazo, aunque hay una nube en el horizonte: cómo acabará quedando el mercado comercial mundial, si la guerra arancelaria seguirá o se apagará y cómo afectará todo ello a Tesla, que fabrica en EE. UU., pero también en China, ahora que ya no es amigo de Trump.