El BBVA llevará a cabo casi una decena de cierres de oficinas el próximo 23 de noviembre. La entidad había permanecido inmóvil durante el último año y medio a la espera de resolver la opa al Sabadell, que de haber prosperado hubiera conllevado el cierre de 300 sucursales. Pero casi el 75% de los accionistas del banco catalán rechazó la operación, que terminó cayendo hace ya casi un mes.
Ahora, el banco que preside Carlos Torres ha deshecho alguno de los equipos que se crearon con este fin, como la oficina de integración creada durante la opa y liderada por Jordi García Bosch. Al tiempo que ha reactivado alguno de los planes que tenía en stand-by, como las recompras de acciones o los cierres de oficinas.
Hay que recordar que el BBVA ha reducido su red un 38% desde el 2019 por el avance de la digitalización. En concreto, ha bajado la persiana a 1.140 sucursales en apenas cinco años. Sobre todo, durante la pandemia. Pero desde el 2023, los cierres han sido puntuales. Llegando incluso a registrar solo cuatro durante ese ejercicio o uno el pasado 2024.
Tanto el BBVA como el Sabadell frenaron los cierres al encontrarse inmersos en la opa. Pero ahora que se ha visto frustrada la fusión de ambos bancos, el vasco vuelve a reactivarlos, empezando por casi una decena este mes de noviembre, que irán acompañadas de jubilaciones y recolocaciones. Con esta reducción, el BBVA contará con una red de 1.870 oficinas, inferior a la de CaixaBank, que tiene más de 3.500 oficinas retail en España y la mayor red del país. Pero por delante del Santander, que tras realizar más de 140 cierres entre enero y septiembre, tiene ahora menos de 1.690 oficinas.
Los sindicatos, no obstante, creen que los cierres de noviembre no serán los únicos del 2025 y habrá más recortes, ya que su intención era aprovechar la integración del Sabadell para cerrar 300 oficinas que estuvieran a menos de 500 metros. Y aunque la operación no ha salido, el coste de mantenerlas es muy alto para un banco que ya capta el 66% de clientes por canales digitales.
La plantilla pide prejubilaciones y reconocimiento por la opa
El Sabadell ha premiado a la plantilla con 300 acciones por empleado tras ganar la opa y como reconocimiento a los diecisiete meses que ha durado la operación y en los que la presión comercial ha sido más elevada de lo habitual. Pero el BBVA descarta hacer lo mismo, pese a que en las últimas semanas de la opa un equipo del banco dejó de lado sus funciones para dedicarse exclusivamente al canje de acciones.
Los sindicatos del BBVA llevan pidiendo una gratificación a la entidad desde el día en el que se conoció el resultado. Y más aún después de que el banco publicara las cuentas del tercer trimestre, con un resultado récord de 8.000 millones. “Hemos pedido una paga extra, una recompensa en acciones... Cada organización ha pedido lo que estimaba conveniente, pero no ha habido respuesta alguna”, explican fuentes sindicales, desde donde recuerdan que también han solicitado salidas reguladas al banco, un relevo generacional.
En este sentido, explican que la plantilla del BBVA está bastante envejecida y hay muchos trabajadores que esperaban el ERE de la fusión del Sabadell para salir del banco. Recuerdan que en el último ERE, el de 2021, hubo excedente y se apuntaron para salir el doble de personas que plazas. Por eso esperan que el banco deje de ofrecer bajas incentivadas de manera individual y negocie un plan de prejubilaciones para toda la red en España.