Los proxy advisor ya han emitido su sentido de voto para la junta de accionistas extraordinaria que el Banc Sabadell celebrará el próximo 6 de agosto. Tanto ISS como Glass Lewis recomiendan a los inversores institucionales que voten a favor de la venta de TSB al Santander, lo que permitirá al banco catalán pagar después un dividendo extraordinario de 2.500 millones de euros, uno de los mayores en España.
Pero uno de estos asesores de voto destaca en su informe, en contra de lo que se tiende a pensar, que el banco que preside Carlos Torres será el mayor beneficiado de este macrodividendo si consigue cerrar la opa antes de que el Sabadell ejecute la venta de TSB.
En concreto, Glass Lewis recuerda que el BBVA pasará a ser el accionista mayoritario del Sabadell si consigue cerrar la opa con éxito y, por consiguiente, “tendría derecho a recibir el dividendo especial resultante de la venta de TSB”. Actualmente, la oferta del BBVA está sujeta a una aceptación mínima de más del 50%.
Si consigue ese 50,01% o más, el banco ubicado en La Vela se llevaría como mínimo 1.250 millones de euros de este jugoso dividendo. Aunque la entidad podría bajar este umbral mínimo si ve el resultado muy ajustado. De hecho, puede hacerlo en el folleto actualizado que ha enviado a la CNMV y que se conocerá en unos días, y hasta cinco días antes de que acabe el periodo de aceptación.
En el mercado ya se habla de que el BBVA podría bajarlo incluso al 30%. En este caso, recibiría 750 millones del dividendo extraordinario del Sabadell como primer accionista. En teoría, la venta de TSB se ejecutará en el primer trimestre del 2026 y la opa se cerrará como tarde en octubre, por lo que este escenario es posible.
El Sabadell, ¿un nuevo Garanti?
La venta de TSB y el posterior dividendo se ha visto como una jugada estratégica del Sabadell porque los inversores que acudan a la oferta de canje propuesta por el BBVA, no podrán cobrar después el dividendo, ya que dejarían de ser accionistas del banco catalán. Y esto, le asegura al banco que muchos de ellos no acepten el canje y se queden en su accionariado.
Aunque el BBVA también puede jugar sus cartas y mejorar la oferta. Pese a que dicho insistentemente que no lo hará, los analistas prevén una mejora de hasta el 20% teniendo en cuenta que ahora la prima es negativa en un -12%. Y si un accionista del Sabadell venidera ahora, perdería dinero.
Además, si el BBVA recibe este millonario dividendo como primer accionista del Sabadell en unos meses, también tendrá más músculo financiero para mejorar su posición en el banco que preside Josep Oliu como ya hizo con Garanti Bank en Turquía. Es decir, podría cerrar la opa al alcanzar un 30% de aceptación y después ir subiendo posiciones.
Además, durante tres años no puede fusionar los bancos según lo establecido por el Consejo de Ministros, así que tendría tiempo para reforzarse en el capital del banco catalán antes de poder tomar decisiones estratégicas.
El BBVA irrumpió en Garanti con un 25% del capital en el 2010 y después fue subiendo hasta alcanzar el 50%. Fue entonces cuando lanzó una opa para hacerse con el 50% restante y ahora posee cerca del 90%, siendo, por tanto, su accionista mayoritario.