El dinero en efectivo sigue siendo el método de pago más extendido en nuestro país, sin embargo, el número de ciudadanos que tiene dificultad para acceder a él se ha acelerado durante la pandemia. Casi un 20% de ciudadanos tiene problemas para retirar efectivo en cajeros o ventanilla, según revela el Banco de España en su último informe ‘Uso del efectivo y de otros medios de pago: ¿cómo está cambiando la forma en que pagamos?’. El supervisor destaca que un 12% tiene cierta dificultad y otro 6% lo encuentran muy difícil, advirtiendo que esta dificultad se ha incrementado en un 4% desde 2019.
Precisamente desde ese año, el sistema financiero ha llevado a cabo una importante reestructuración en su red de oficinas y cajeros. Durante el confinamiento muchas sucursales se vieron obligadas a cerrar y algunas no volvieron a abrir. Los ciudadanos empezaron a familiarizarse con el pago con tarjeta o medios electrónicos, como tarjetas virtuales o Bizum, ante la alarma que se creó en 2020 sobre que el efectivo podía incrementar el contagio del Covid, algo que fue rechazado más tarde por las autoridades sanitarias.
La digitalización se aceleró y la banca aprovechó para bajar la persiana a miles de sucursales. También en este proceso influyeron las fusiones y los ERE. Así, los cinco bancos más grandes han cerrado 4.000 oficinas en menos de dos años. CaixaBank anunció el cierre de 1.500 absorber Bankia, Santander otras 1.033 oficinas para ahorrar costes, BBVA también ha clausurado unas 500, Sabadell hasta 560 en dos años y Unicaja 402 en el contexto de la fusión con Liberbank.
Estos cierres han elevado el número de personas que se encuentran ahora con dificultad para retirar dinero en efectivo en las oficinas bancarias y también en cajeros, pues cuando se cierran sucursales también se prescinde de estas máquinas. Casi 2 de cada 10 personas encuentra escollos actualmente, como pone de relieve el Banco de España. Por este motivo, el Gobierno de España ha obligado al sector financiero a tomar medidas. En concreto, la vicepresidenta y también ministra de Economía, Nadia Calviño.
Calviño y las entidades firmaron en febrero un protocolo contra la exclusión financiera que está provocando la digitalización en el colectivo de los mayores y en octubre se amplió para mejorar también el acceso al efectivo que tienen en la España vaciada. El protocolo suscribe una serie de compromisos por parte de los bancos para que ninguna persona o población tenga problemas de acceso a los servicios financieros en general.
En cuanto a las personas mayores y vulnerables, la banca se comprometió a ampliar los horarios de atención presencial, dándoles además un trato preferente en las sucursales y los canales telefónicos. Y sobre el problema de acceso al efectivo, las patronales bancarias (AEB, CECA y UNACC) elaboraron un informe donde se analizaba cuántos municipios de España no tienen acceso físico a los servicios bancarios y se estaban viendo más afectadas por los cierres oficinas para poder actuar sobre ellos.
En este informe se destaca que hay 657.557 personas sin ningún tipo de acceso a los servicios financieros (oficina, cajeros, agentes, oficina de Correos ni oficina móvil) que residen en 3.230 municipios de España y el 60% de ellos está en Castilla y León y Cataluña. En concreto, hay 288.399 ciudadanos afectados en el primero y otros 96.341 en el segundo.
Dada esta situación, el Gobierno ha obligado a la banca a implantar en aquellos municipios que cuentan con más de 500 habitantes al menos un punto de acceso a los servicios bancarios, ya sea una oficina bancaria, un cajero automático, una oficina móvil, alcanzar un acuerdo con Correos o con los agentes financieros. Y deben hacerlo en un máximo de seis meses desde la firma del acuerdo, de manera que tienen hasta abril.
Si pasado ese tiempo no han adoptado alguna de estas soluciones, la banca se compromete mediante una iniciativa conjunta a instalar un cajero genérico, gestionado por un operador específico, con las funciones necesarias para prestar servicios bancarios y que permita, principalmente, la retirada de efectivo, para esto contarán con seis meses más. El sector financiero también se ha comprometido a garantizar el acceso al efectivo en los municipios de menos de 500 habitantes, aquí lo harán con soluciones de cash back, cash in shop o mediante carteros rurales. Estas soluciones permiten a los ciudadanos retirar dinero en supermercados, estancos o gasolineras después de realizar una compra.
El efectivo cae, pero sigue siendo el método de pago principal
El Banco de España indica en su informe que todavía en 2022, el efectivo es el medio de pago más utilizado en España para las compras en comercios físicos, supone el 51% del total. En los pagos entre particulares asciende al 54%, aunque se observa una fuerte disminución en los dos casos con respecto a 2019. Ese ejercicio el pago con efectivo en comercio suponía el 83% y entre particulares el 90%.
Esta disminución viene motivada principalmente por dos factores, el aumento de las compras online, que limita las posibilidades de uso de este medio de pago y por un cambio en los hábitos de pago de los consumidores, que han incrementado el uso de medios digitales en sus compras.