El filósofo, escritor e historiador Yuval Noah Harari, profesor de la Universidad Hebrea de Jerusalén, calificó hace pocos días al bitcoin, la criptomoneda más popular, como una divisa "construida sobre la desconfianza". El profesor israelí, que criticó la criptomoneda en el marco del Innovative Summit 2024 del Banco de Pagos Internacionales (BPI), también aseguró que "la esencia del bitcoin reside en la idea de que los ciudadanos no confían en los bancos ni los gobiernos para regular la emisión de dinero".

Para Noah Harari, autor de ensayos como Sapiens: De animales a Dioses y Nexus, esta criptomoneda se concibe como una "suerte de oro eléctrico", una alternativa frente a la capacidad de las entidades tradicionales para crear liquidez a demanda.

"Las futuras monedas digitales se deben construir sobre una mayor confianza"

A pesar de vaticinar que el futuro pertenece al dinero electrónico, Harari matizó en la conferencia que esta evolución no será "necesariamente positiva". Así, el profesor consideró que, en los últimos años, ha resultado beneficioso otorgar a los bancos y gobiernos la capacidad de emitir moneda para construir una mayor confianza social. Su visión se centra en la necesidad de los sistemas monetarios que refuercen los lazos sociales y la estabilidad. En este contexto, manifestó que el bitcoin es una moneda "fundamentada en la desconfianza" y añadió que el control gubernamental tiene que prevalecer ante factores de riesgo como las criptodivisas o la evolución de la inteligencia artificial.

Por lo tanto, aunque considera que el dinero electrónico es el camino y el futuro, recuerda que "es imperativo que las futuras monedas digitales se construyan sobre una mayor confianza", en lugar de sobre un escepticismo creciente.

Alerta sobre la IA

Con respecto a la IA, Harari también se ha pronunciado recientemente, y es que el historiador declaró hace pocas semanas que "la inteligencia artificial permite una vigilancia total que acaba con cualquier libertad". Así, comunicó su principal preocupación: por primera vez en la historia, una tecnología permite vigilar a cada ciudadano, en tiempo real, de forma automática y con una eficiencia que ni las dictaduras más opresivas del pasado se hubieran podido imaginar.

"Los enemigos de la democracia liberal piratean nuestros sentimientos de miedo, odio y vanidad, y después hay los que utilizan estos sentimientos para polarizar y destruir", alertó el escritor. "Si no entendemos cómo funciona la psicología y cómo se manipulan nuestras emociones con datos, no sabremos nunca si nuestras decisiones son nuestras de forma verdadera".

Según él, la IA puede hacer realidad la vigilancia absoluta, personalizada y preventiva. "Si un gobierno utiliza la tecnología para vigilar y controlar a sus ciudadanos, estará abriendo la puerta a las dictaduras digitales. Cuando alguien recopila mis datos, eso debería servir para ayudarme, no para utilizarme", sentenció.