Los seguros privados de salud baten todos los récords. La pandemia de coronavirus y los problemas que arrastra el sistema público de salud, con los profesionales en pie de guerra en varias Comunidades Autónomas por el deterioro de la cobertura pública han acelerado el ritmo de contratación de pólizas privadas. El sector da por seguro que, a falta de disponer de la cifra exacta de cierre, en 2022 se ha superado por primera vez la cifra de 12 millones de ciudadanos con seguro privado de salud, con lo que son ya uno de cada cuatro españoles los que prefieren contratar una póliza con las aseguradoras privadas para complementar la atención pública.

Durante el pasado año, con las secuelas de la pandemia aún muy presentes, la contratación de este producto superó por primera vez el medio millón de nuevas pólizas. Las razones que explican ese impulso, según explican a ON ECONOMIA desde la patronal del seguro, Unespa, son diversas. A los ya mencionados desajustes que la crisis sanitaria ha provocado en el Sistema Nacional de Salud en forma de aumento de las listas de espera, descontento de los profesionales o falta de efectivos humanos suficientes, se suman el desarrollo por parte del sector asegurador de nuevos productos para ampliar su base de usuarios. Los centros privados han actuado durante la pandemia como apoyo del sistema público tanto para la realización de pruebas diagnósticas de covid a millones de personas en España o incluso en la realización de algunas cirugías derivadas de la pública en los peores momentos de la pandemia.

Una evolución al alza desde 2020

Si echamos la vista atrás para observar el ritmo de contratación de este tipo de seguros, se observa que su penetración aumenta de forma sostenida durante la última década, pero se incrementa de forma exponencial en los años más recientes. De un 23,4% de ciudadanos con seguro privado en el 2020, algo más de 11,05 millones, se pasó a un 24,4% de cobertura en 2021 (11,55 millones de ciudadanos). Apenas unos años antes, en 2017, el porcentaje de población con seguro privado era del 21,3%, por debajo de los 10 millones de ciudadanos.

A expensas de tener los datos de 2022 cerrados, el mayor incremento porcentual en los últimos años se produce en la Comunidad de Madrid (38%), Catalunya (32%), y las Islas Baleares (30%), con la excepcionalidad de Ceuta (36,09%) y Melilla (33,12%) que siempre lideran estos porcentajes ya que en el cómputo total también se tienen en cuenta los seguros de la administración pública y estas dos regiones, históricamente, han estado ligadas siempre al grueso público.

Esta tendencia al alza, ya percibida de forma más ligera anteriormente al coronavirus, se debe a dos motivos principales, según subraya Unespa. Por un lado, está la contratación del seguro privado de salud como un elemento más al que recurren las empresas para complementar la retribución a sus empleados. Detrás de ello, explica la patronal, está "el interés de las empresas por retener talento y, a la vez, reducir el absentismo laboral". Así pues, ante la demanda de mejoras salariales, muchas empresas apuestan por dar retribuciones económicas más intangibles como ofrecer un seguro privado de salud para el trabajador, pero también en muchos casos para su familia. La otra derivada tiene que ver con el absentismo laboral, que este se reduce si se mejora la salud de los empleados y su acceso y se fideliza a la plantilla con el beneficio más demandado de los últimos meses, el acceso a la salud, con reducciones que pueden llegar al 35% y hace que aumente el compromiso de sus profesionales.

Un reclamo laboral

Pero hay otros factores que también lo determinan. Los seguros médicos tienen éxito porque son productos que se comercializan a precios competitivos y accesibles, la oferta disponible es amplia y plantea características diferenciales, según Unespa. Y permiten contar con opciones terapéuticas complementarias y acceder rápidamente al especialista, ofrecen coberturas complementarias como la asistencia bucodental, suelen tener cobertura al extranjero, etc. Estas características han motivado el crecimiento sostenido de la facturación del seguro de salud en las últimas tres décadas.

El seguro médico se distingue porque es un producto que la gente utiliza de manera recurrente. Eso le otorga una fuertísima sensación de servicio entre los clientes. Esta sensación es el resultado de que los pacientes (clientes de la aseguradora) generan relaciones de confianza con los médicos (facultativos que conforman el cuadro médico) y los centros donde son atendidos. "Uno de los fenómenos que impulsa la contratación de seguros de salud es su aceptación creciente como mecanismo de pago en especie. Muchas empresas han incorporado el seguro de salud para los trabajadores como concepto retributivo complementario", concluye Unespa a preguntas de ON ECONOMÍA. El seguro de salud es, de hecho, uno de los beneficios sociales más valorados entre la plantilla.

Ingresos récord

Por todo ello, los ingresos de las aseguradoras por primas a cierre de año 2022 se situaron en 64.673 millones de euros, un 4,65% más que un año atrás. De la facturación conseguida a lo largo del ejercicio, 40.240 millones de euros correspondieron al ramo de no vida y los 24.433 millones restantes en el de vida, según muestran los datos provisionales publicados por Investigación Cooperativa de Entidades Aseguradoras (ICEA). El ramo de salud, las coberturas para empresas, así como los seguros de multi-riesgos fueron los que mostraron un dinamismo mayor. 

La facturación del ramo de no vida se situó claramente en positivo. Se anotó un repunte interanual del 5,21% si se compara con el cierre del 2021. Los seguros de salud crecieron de un año a otro 7,00% y aportaron 10.543 millones. Los seguros de multi-riesgos subieron un 5,69% en términos interanuales, hasta 8.578 millones. Las pólizas empresariales, englobadas a la categoría "resto no vida", sumaron 9.765 millones de euros y repuntaron otro 5,14% en los últimos 12 meses.