No hay noticias oficiales de cómo fue la primera jornada, realizada este sábado, entre las delegaciones de China y Estados Unidos para negociar un marco arancelario y poner fin a una guerra comercial que ha sacudido el comercio internacional. Un encuentro de máximo nivel que se ha escenificado en campo neutral, en la ciudad Suiza de Ginebra, en la residencia del embajador de este país en la sede de Naciones Unidas. Por parte de China, esta madrugada ha hablado el periódico Diario del Pueblo, considerado el diario oficial del Ejecutivo chino, y por parte de Estados Unidos, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha usado las redes sociales para dar su versión personal de la reunión.
Las delegaciones, encabezada del lado estadounidense por el secretario del Tesoro, Scott Bessent, y el representante de Comercio, Jamieson Greer, y por el viceprimer ministro He Linfeng, del lado chino; se reunieron cerca de tres horas por la mañana y tras una pausa que hicieron para comer, por separado, volvieron a reunirse por la tarde. Este domingo se vuelven a sentar.
En la madrugada española, Trump escribió: "Una reunión muy buena hoy con China en Suiza. Se discutieron muchos temas y se llegó a muchos acuerdos. Se negoció un reinicio total de forma amistosa, pero constructiva. Por el bien, tanto de China como de EE.UU. queremos ver una apertura de China a las empresas estadounidenses. ¡¡¡HA HABIDO UN GRAN PROGRESO!!!", dijo en su red social, Truth Social, informa Efe.
Trump volvió a su táctica de siempre de culpar del conflicto comercial a la primera potencia económica del planeta si se mide por producto interior bruto (PIB) en conjunto. Pero los chinos están acostumbrados a las tácticas de Trump y son famosos por ser unos duros negociadores y no se dejan impresionar. Más impersonales que de costumbre, reiteró esta madrugada hora española su oposición a la escalada arancelaria por parte de EE. UU.: "Cualquier forma de intentar presionar o coaccionar a China simplemente no funcionará".
Otra fuente, muy seguida, es el oficial Diario del Pueblo que ha señalado este sábado que, aunque "hablar es necesario para resolver las diferencias, no es realista esperar que una o dos negociaciones solucionen el problema", y aseguró que Pekín tiene "un entendimiento claro de la complejidad de las negociaciones".
Movimientos tácticos
Washington, a golpe de anuncio de su presidente, suavizó el viernes la tensión y Trump avanzó que bajaría los aranceles del actual 145% al 80% las tasas adicionales que impone a China. Dejaba así la pelota en el tejado de Pekín, que -siempre tras la estala estadounidense- reaccionó a la subida del 145% elevando su gravamen al 125%. Aunque entonces anunció que, por su parte, se acababa ahí la escalada de los aranceles, pues consideraba que ese 125% era el máximo realista, pues en ese nivel, ningún producto importado sería ya competitivo en China.
Oficiosamente, Estados Unidos, a través de fuentes gubernamentales, han dejado caer que un porcentaje del 60% podría estar sobre la mesa. China siempre se ha mostrado interesada en aranceles bajos, aunque dado sus costes de producción, su margen de beneficio es muy alto, por lo que puede resistir mejor los gravámenes a sus exportaciones.
También China se ha preparado este viernes para negociar en una posición de fuerza. A pesar de que reconoció que sus exportaciones se habían resentido, pues el ritmo de crecimiento se había frenado, exhibió, una vez más, su poderío comercial al anunciar que sus ventas en el exterior seguían creciendo a ritmos del 9,3% en abril, inalcanzables para el resto de las potencias económicas del mundo. Ese mismo mes, las ventas de Estados Unidos al exterior han caído 21%.
Terreno neutral
Ginebra es sede de la Organización Mundial del Comercio (OMC), la entidad en la que se han elaborado las reglas vigentes del comercio internacional y que las subidas generalizadas de aranceles del Gobierno de Donald Trump ponen en cuestión. El organismo, ha dicho que la reunión entre chinos y estadounidenses es un paso positivo y constructivo hacia una reducción de las tensiones y que un diálogo entre las economías más poderosas del mundo es vital para prevenir la fragmentación a nivel geopolítico y salvaguardar el crecimiento económico global.