En 2021, el Gobierno aprobó una ley que garantizaba que las pensiones subieran cada año de acuerdo con el aumento de los precios. El cálculo se hace a final de año, con la subida media del IPC entre diciembre del año anterior y noviembre. Este viernes, el INE ha dado a conocer este último dato, que es del 3%, y, por tanto, ya se puede saber cuánto subirán las pensiones en 2026: un 2,7%, que será la quinta subida consecutiva. Esta cifra, sin embargo, debe confirmarse con el IPC definitivo de noviembre, que se dará a conocer el próximo 12 de diciembre y que suele coincidir con el adelantado por el Instituto Nacional de Estadística.
Con la subida de la pensión, la pensión de jubilación contributiva media de 1.506 euros al mes pasará a ser de 1.544 euros. Las nuevas pensiones causadas este 2025 sumarán a la subida del IPC un 0,115 anual, con el fin de compensar la subida de las bases de cotización máximas, que deben pagar más impuestos.
La pensión de viudedad media sube de 935 euros al mes a 958, mientras que la de incapacidad permanente media sube de 1.209 euros al mes a 1.239.
La pensión máxima pasa de los 3.267,60 euros al mes a los 3.355 euros al mes.
La pensión mínima rozará los 900 euros al mes
En cuanto a la pensión mínima, sin cónyuge a cargo pasa de 874 a 897 euros al mes y con un cónyuge a cargo de 1.127 a 1.158 euros al mes.
Suben también otras pensiones como la de incapacidad permanente o la de orfandad. Y también lo hacen las pensiones no contributivas, es decir, aquellas que no están vinculadas con la actividad profesional del receptor.
Evidentemente, cada pensionista deberá aplicar el porcentaje del IPC para sumarlo a su pensión actual, de forma que el resultado será la pensión definitiva para 2026.
La subida se hace efectiva a partir del 1 de enero y el pensionista debe recibir una carta del Ministerio de Seguridad Social, Inclusión y Migraciones que le comunique esta subida.
El complemento económico para reducir la brecha de género no subirá un 10% este año, como sí ha sucedido los dos últimos años, sino que lo hará también en paralelo con el IPC. Se trata de un complemento que reciben las personas que tienen hijos por el esfuerzo extra supuesto.
Más allá de la subida de pensiones vinculada al IPC, la reforma de 2021 también traerá otros cambios el próximo 2026. Por ejemplo, la opción de base reguladora se elegirá entre la que dé mejor importe entre los últimos 25 años cotizados y una segunda opción de los 27 mejores años de los últimos 29.
La edad de jubilación ordinaria vuelve a posponerse hasta los 66 años y 10 meses para aquellos que no alcancen los 38 años y 3 meses cotizados, mientras que quienes sí cumplan este requisito podrán jubilarse con 65 años.
Las pensiones tienen un coste del 12% del Producto Interior Bruto (PIB) español y se prevé que este 2025 alcancen los 200.000 millones de euros.