La semana arranca económicamente marcada por el conflicto armado entre Israel y Palestina, que se precipitó el pasado sábado con el ataque de Hamás a una zona fronteriza con la Franja de Gaza y que acumula centenares de muertos y heridos. La guerra tiene importantes consecuencias en la economía global, y no solo en los países implicados. Aunque Israel no es un productor directo de petróleo, la conflictividad en la región siempre provoca grandes subidas de precios (como sucedió tras la guerra del Yom Kipur en 1973) y este conflicto no ha sido una excepción.

El barril de petróleo brent valía a la una del mediodía cerca de 88 dólares, tras haber amanecido con una subida del 3,64% en relación con los 84,58 dólares con los que cerraba la jornada del viernes. Está, de todos modos, aun por debajo de los máximos de finales de septiembre, cuando alcanzó los 94,36 dólares el barril antes de entrar en una tendencia bajista. El West Texas Intermediate, referente en EE. UU., lo hacía un 3,8% y rozaba los 86 dólares.

El gas natural repuntaba un 18% en el mercado TTF de los Países Bajos, de referencia en Europa, y se negociaba por encima de los 43 euros por megavatio hora. En cambio, el conflicto premia económicamente valores seguros como el oro, el dólar o la deuda de los países más solventes.  

IAG y Repsol, dos caras del IBEX

La inestabilidad en la zona afecta también a empresas españolas que mueven miles de millones en Israel y es uno de los asuntos a los que más atención prestarán las Bolsas a la hora de invertir y recoger dividendos. Así, ya en esta jornada el IBEX ha amanecido con un retroceso del 0,6%, que al mediodía se ha aminorado a un 0,50%, con la multinacional aérea IAG cayendo un, justo pocas horas después de que se produjera un ataque al aeropuerto de Ben Gurion y de que algunas compañías aéreas empezaran a cancelar vuelos a Tel Aviv. 

Con el retroceso, la bolsa española se sitúa por debajo de los 9.200, 9.189,7 puntos a las 13 del mediodía. Repsol e Indra, la otra cara de la moneda, protagonizaban subidas que pueden estar vinculadas al conflicto y lideraban los aumentos del selectivo, la petrolera con un 2,92% y un 1,14% la compañía de armas y tecnología, que además cuenta con inversiones en el país. 

El resto de bolsas europeas también se han visto sacudidas por el conflicto. A la espera de que abra Wall Street, el IBEX bajaba un 0,7%, mientras que Fráncfort perdía un 0,6%, París un 0,4% y Milán un 0,2%.  

Bonos refugio

Ante el recrudecimiento del conflicto entre Israel y Hamás, los inversores han buscado acomodo en los activos considerados refugio, como la deuda de países solventes, el dólar o el oro. En este contexto, los precios de los bonos soberanos suben por el aumento de la demanda, lo que implica un descenso de las rentabilidades (que evolucionan en sentido contrario).

El precio del oro sube alrededor de un 1% y supera los 1.863 dólares por onza. El rendimiento del bono alemán, considerado el más seguro, baja en torno al 0,6% y ronda el 2,8%. Lo mismo ocurre con la deuda de Francia. Por el contrario, la rentabilidad del bono español a diez años sube el 0,2% y vuelve a superar el 4% (4,02%).

Los mercados de bonos estadounidenses están hoy cerrados por la celebración en EE.UU. del Día de Colón. En el mercado de divisas, el dólar estadounidense se revaloriza frente al euro, la libra y el yen. La moneda única europea cae en torno al 0,5% y se cambia a 1,053 dólares.

El riesgo de Irán

Según Benjamin Melman, de la gestora Edmond de Rothschild AM en declaraciones a EFE, la reacción de los mercados al estallido de violencia en Oriente Próximo está siendo "bastante contenida" porque los países implicados en este momento tienen un "impacto limitado en la escena económica". En su opinión, "la principal amenaza es una guerra entre Irán e Israel", que tendría "repercusiones de gran alcance".

Melman recuerda que Irán es uno de los principales productores de petróleo y gas del mundo y, además, "tiene capacidad de bloquear el estrecho de Ormuz, como ya ha hecho en el pasado, y puede destruir fácilmente los yacimientos petrolíferos vecinos".

Los analistas de Banca March coinciden en que "el principal riesgo es que el conflicto pueda extenderse por la región, especialmente a Irán, sobre el que sobrevuelan sospechas de haber colaborado en la planificación del ataque". "Irán extrae alrededor de 3,5 millones de barriles al día, algo más del 3% de la producción global", apuntan los mismos expertos."El conflicto no parece afectar especialmente a las bolsas y tampoco a los bonos", concluye el informe de Banca March.