De la promesa de mayo que dio el Gobierno hasta la de este mes de junio. El ministro de Industria, Comercio y Turismo, Héctor Gómez, reitera el optimismo sobre la posibilidad de poder aprobar el segundo PERTE del Vehículo Eléctrico y Conectado (PERTE VEC 2), pero el retraso empieza a ser considerable y la última fecha límite ya se sitúa al mes de septiembre, concretamente el día 15. Así pues, de la promesa que dio en rueda de prensa en el marco del Automobile Barcelona el pasado 12 de mayo ya no queda nada y tantos cambios en el calendario despiertan poca fiabilidad entre los receptores de estas ayudas.

Condicionantes: Bruselas y elecciones generales

Para justificar los aplazamientos, Gómez ha explicado que la publicación de la convocatoria está condicionada al hecho de que la Comisión Europea (CE) valide las exenciones por categorías. Aunque Bruselas ya dio luz verde a los importes máximos establecidos para la convocatoria de baterías, siguen habiendo otros interrogantes como la compra de vehículos eléctricos y la falta de penetración en el mercado español respecto de la media europea. Ahora, la fecha límite aseguran que se sitúa en septiembre, pero los más optimistas, por fuentes ministeriales, no descartan que se pueda cumplir durante la primera quincena del próximo mes de julio y antes de ir a elecciones generales el próximo 23 de julio.

La dotación presupuestaria de las líneas PERTE, entre ellas el PERTE de descarbonización de industria, considera que la adenda financiera requiere necesariamente por parte de la CE una adenda temporal de 2 años para la realización de los proyectos, pasando del 2026 al 2028 como plazo límite para la ejecución de las inversiones financiadas con fondo Next Generation European Union.

Los fabricantes, representados por ANFAC, consideran extremadamente urgente aprobar el PERTE de descarbonización industrial, que supone una oportunidad histórica para la descarbonización de la industria manufacturera española. Y es de vital importancia optimizar el diseño de su marco regulador, de manera que permita garantizar el aprovechamiento efectivo de los fondos, en línea con aquello que han hecho los países de nuestro entorno. Ahora, las grandes líneas marcadas se centran en la de baterías, dotada con 837 millones de euros, y la de proyectos individuales, con 1.475 millones.