El auge del comercio electrónico, la fuerte competencia, la creciente consciencia hacia un consumo más sostenible y los cambios de tendencia están provocando transformaciones profundas dentro de la industria de la moda. Tanto es así que son múltiples las firmas del sector que han decidido sacar la tijera y empezar a recortar puestos de trabajo. El sector de la moda, que engloba el textil, la confección, el cuero y el calzado, cerró el 2024 con 140.900 trabajadores, lo que supone un descenso de prácticamente el 6% en comparación con el año anterior. En términos absolutos, el sector perdió 8.900 puestos de trabajo, respecto a los 7.700 puestos del 2023.

Para este 2025, las cifras tampoco dan brotes de esperanza. El mes de abril cerró con 127.031 afiliados a la Seguridad Social, lo cual supone 734 empleados menos que el mes anterior. En términos interanuales, la industria de la moda en España ha perdido a 2.301 empleados, con una caída del 1,8%. La afiliación conjunta en abril en el sector es la más baja desde principios de año.

En enero se registró una caída del 0,2% con respecto al diciembre anterior. En febrero hubo una leve recuperación (+0,5%), pero en marzo las cifras volvieron a caer un 0,2%. Aunque el cómputo del cuarto mes del año es negativo, solo en confección se destruyeron puestos de trabajo. La industria textil, en cambio, cerró abril con una media de 45.333 afiliados, con un incremento mensual del 0,3% y de 113 personas más que en marzo.

Productividad, eficiencia y rentabilidad

Ante este panorama, varias marcas han iniciado procesos de reestructuración y recortes de personal como Burberry, H&M o Benetton. La firma británica anunció a principios de semana una serie de cambios organizativos para mejorar la eficiencia y reducir los gastos de personal que podrían suponer el recorte de unos 1.700 puestos de trabajo a escala mundial. Bajo el pretexto de someter a la marca a un "cambio radical" en la productividad, la simplificación y la disciplina financiera, la compañía prevé recortar el 17% de la plantilla para mejorar la colaboración en la empresa, incrementar su agilidad, impulsar la eficiencia y la rentabilidad.

El caso de H&M es similar. El gigante sueco de la moda, que aterrizó en España con el objetivo de competir con Inditex, también está experimentando cambios significativos. De hecho, a principios de año anunció el cierre de 28 tiendas al país y el despido de cerca de 500 empleados. La compañía justificó la necesidad del ajuste en España porque necesita "tener tiendas en las localizaciones adecuadas y ser competitivos". "Evaluamos y optimizamos constantemente nuestra cartera de tiendas para alinearlo con nuestra estrategia global, con la finalidad de cumplir con las expectativas de nuestros clientes".

La más reciente ha sido Benetton. La marca de moda italiana se declaró en bancarrota a principios de 2025 y decidió empezar a reducir tiendas y producción, más allá de despedir a centenares de trabajadores. La idea de la multinacional es cerrar más de 400 locales de los más de 3.500 que tienen por todo el mundo y llevar a cabo un ERE para 138 trabajadores en España de los más de 700 que tiene en el país. Como también Burberry y H&M, Benetton también ha iniciado estos despidos en el marco de una estrategia para intentar hacer la compañía más eficiente y competitiva.

"La moda vive un momento complicado"

Para Eduardo Zamácola, presidente de la Asociación Nacional de Comercio Textil, Complementos y Piel (Acotex), cinco años después de la pandemia, la moda sigue golpeada y vive un momento complicado. "Este sector demostró su capacidad de reacción y aceleró el comercio online. Desde entonces, la moda no se ha recuperado y vive una situación complicada; sin dejar de lado que el consumo de ropa ha caído", explica Zamácola. En declaraciones a EFE, el experto agrega que "el consumidor se dio cuenta de que la vida cambia en unos instantes y ahora prefiere vivir e invertir su dinero en experiencias de ocio y no tanto adquirir ropa". De hecho, se remite a las cifras y asegura que el 2024 no fue un buen año para el sector y que este 2025 "no ha empezado con buen pie", ya que reconoce que las ventas han ido a la baja.