En un año de continuas subidas de los tipos de interés, el ahorro de los españoles se mueve a velocidad de tortuga para buscar rentabilidad después de que la gran banca siga sin remunerar sus depósitos. Pese a las continuas noticias que apuntan a movimientos en letras del Tesoro o fondos de inversión, los españoles permanecen anclados en su ahorro tradicional y eso que el precio del dinero ha pasado en estos doce meses del 0% al 4% que rigen ahora para el conjunto de los países de la eurozona. Algo se ha movido, pero apenas se aprecia respecto al grueso del ahorro financiero de las familias españolas.

Con datos de Inverco de cierre del primer trimestre del presente año, los depósitos bancarios (cuentas corrientes y depósitos) sumaban 999.000 millones de euros, que junto a los 54.000 millones que los españoles mantienen en efectivo (billetes y monedas) alcanza una cifra de 1,054 billones de euros que representa el 38,4% de la riqueza de las familias. En conjunto, esta parte hiperconservadora del ahorro ha caído solo el 2,1% en el inicio del ejercicio.

Aunque los bancos continuamente desvían a sus clientes que les exigen tipos de interés para sus depósitos hacia los fondos de inversión, estos no han tenido el crecimiento esperado. Actualmente, el patrimonio en fondos se eleva a 268.483 millones, 14.000 millones más que al cierre de 2022, lo que supone un incremento del 5,6%. Así, no parece que hayan convencido a su clientela de la bondad del producto que, además, goza del tratamiento fiscal más ventajoso. Los fondos suponen el 10% del total del ahorro financiero de las familias. Eso sí, sumando el ahorro de los fondos extranjeros, el porcentaje se eleva hasta el 14,8% del dinero ahorrado por las familias. 

Pero, sin duda, la inversión más anecdótica es la deuda pública y las ya muy populares letras del Tesoro que esta semana volvían a marcar máximos de muchos años de tipos cero o negativos. En los tres primeros meses del año, la inversión en renta fija a corto plazo (grupo al que pertenecen las letras) se ha multiplicado por 5 hasta los 10.916 millones de euros. Sin duda, una evolución muy destacada, pero que se desinfla al compararla con el conjunto del ahorro financiero: su peso es de solo el 0,4%. En cuanto a bonos y obligaciones (renta fija a largo y medio plazo), las familias españolas han incrementado su saldo en el primer trimestre en 1.000 millones de euros hasta los 12.180 millones, que supone también el 0,4% del ahorro total. 

La bolsa está atrayendo al ahorrador español, aunque sin movimientos drásticos, pese a las numerosas recomendaciones de la renta variable como la mejor forma de batir la inflación en el largo plazo. Además, la subida de las acciones en el conjunto del año ha permitido una revalorización automática de la cartera de estos activos, sin necesidad de incrementar la inversión, algo que también explicaría el buen comportamiento de los fondos de inversión. Los españoles mantenían en acciones 119.045 millones de euros a cierre del primer trimestre del año, 9.000 millones más que al final del pasado ejercicio. En general, las familias destinan a la compraventa directa de estos títulos 4,3 de cada 100 euros de ahorro financiero. Porcentajes que andan muy lejos de lo que ocurre en otras economías europeas y también en la estadounidense con más tradición en este mercado. Desde 2017, cuando las acciones alcanzaron los 137.573 millones de euros se ha producido un descenso, con un rebote en los últimos tres meses.

Curiosamente, la actividad empresarial de las familias explica que sean las acciones no cotizadas un destino más abultado que aquellas que se negocian en la Bolsa. La cifra hasta marzo marca 142.423 millones de euros (el 5,3% del ahorro total de las familias) con un modesto crecimiento del 1,5% en este periodo.

También se ha producido en el periodo un modesto incremento en los fondos de pensiones externos después de la drástica reducción de la desgravación aplicada en esta legislatura (se pasó de los 9.000 euros a los 1.500 euros). La cifra ha aumentado en 2.800 millones de euros hasta los 118.464 millones. Este ahorro para la jubilación –a la espera de que se ponga en marcha el mecanismo de pensiones diseñado por el ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá- representa el 4,3% del ahorro de las familias.