La brecha de género sigue siendo una lacra en el mercado laboral español. Como muestra, el paro de los hombres a finales de 2023 era el 10,7% y el de las mujeres, el 13,9%, lo que significa que por cada 100 hombres en paro, hay 130 mujeres buscando empleo, según los datos publicados este viernes por el INE. En la estadística se analiza el nivel de paro sobre una docena de profesiones y en solo tres, la tasa de paro de las mujeres está por debajo de la de los hombres. Dos de ellas, educación y artes, humanidades y lengua, no sorprenden, pues las mujeres están sobrerrepresentadas y son oficios muy feminizados. Sin embargo, la tercera supone una grata sorpresa: las científicas tienen una mejor salida laboral que sus colegas en ciencias naturales, químicas, físicas y matemáticas. Así, a diciembre del pasado año, estaban en desempleo el 8,11% de las profesionales, ligeramente por debajo de los licenciados en ciencias y matemáticas, de los que 8,33% no tenían trabajo. En cualquier caso, se trata de un oficio con unos de los niveles de desempleo más bajos, el 8,22%.

Sin embargo, la verdadera sorpresa salta al confirmarse una tendencia, pues es el segundo año consecutivo en el que las científicas son preferidas a los hombres para ocupar puestos de trabajo. La parte oscura es que en 2023, la diferencia favorable de las científicas en el mercado laboral se ha acortado respecto al año anterior, cuando el 9,34% de estos profesionales estaban en paro, frente al 7,9% de las mujeres, 1,45 puntos porcentuales que ha descendido a 0,22 pp en 2023. Lo cual no desmerece, pues en los ocho años que analiza el INE, es la primera vez que son dos años seguidos y con una distancia notable, pues en 2020, por primera vez en la serie, el desempleo de las científicas era inferior, aunque con una diferencia prácticamente imperceptible.

Mujeres universitarias

En los cuatro años anteriores, de 2016 a 2019, la brecha de género perjudicaba a las mujeres de ciencias, con saltos importantes de 6,76 pp en 2017 (8,8% de paro masculino y un 15,6% femenino) o el posterior, con 4,5 pp de diferencia. Es el fruto de una fuerte campaña lanzada desde las administraciones públicas, pero también desde el mundo laboral y las propias científicas, para fomentar las carreras de ciencias entre las mujeres, una invitación extensible también para las ingenierías. De hecho, desde 2015, las mujeres están por encima del 50% en las carreras de ciencias, según el Ministerio de Universidades. En ingeniería, queda mucho recorrido, pues las féminas suponían el 25% en 2015 y en 2017, tan solo el 27%. En conjunto, las mujeres hace ya tiempo que son mayoría en las carreras universitarias, en 2015 eran el 54,4% del total de los estudiantes y en 2023, el 56,8%.

No obstante, si se segmenta a las científicas por edades, las más jóvenes, hasta 24% han conseguido colocarse mucho mejor que los jóvenes, con una tasas de paro muy por debajo, más de 10 pp sobre sus compañeros varones, cuando un año antes, 2022, era al revés, con 10 pp en contra de las mujeres. Y es que la entrada de las mujeres en las universidades de ciencias queda registrada en el mercado laboral. En el segmento de 25 a 34 años, el paro de las mujeres es la mitad que el de los hombres (6,6% de ellas y un 13,5% de ellos), pero en el siguiente tramo de edad, 35 a 44 años, el mercado laboral está controlado por los científicos, con un paro del 4,9%, mientras que sus compañeras de profesión padecen el 12% de desempleo, brecha que se agudiza superando los 55 años, donde el 4,2% está en paro si es varón, por un 13%, si es mujer.

Profesiones con menos paro

El pasado año, los profesionales con menos problemas para colocarse fueron los mecánicos, electrónicos y otra formación técnica, en industria y construcción, con un paro del 6%, un fuerte descenso sobre el 8,5% del año anterior. Las patronales de la construcción, CNC, y del metal, Confemetal, vienen quejándose desde muchos meses atrás del problema que tienen por la falta de mano de obra cualificada. Desbanca, aunque por poco, a los ocupados en tecnologías de la información y de las comunicaciones (TIC) cuya tasa de paro se ha elevado del 8,4% al 9,3% en un año, a pesar de que la tasa de desempleo general ha caído casi 1 pp.

La siguiente ocupación con menos paro es la de ciencias sociales, periodismo y documentación (7,8%, frente al 8,4% del año anterior), los científicos, (8,2%), salud y servicios sociales (8,5%), negocios, administración y derecho (9%), tecnología de la información y TIC (9,3%), agricultura, ganadera, pesca, silvicultura y veterinaria (9,6%) -uno de los sectores, junto con transporte por carretera- que demandan mano de obra extranjera-, educación (9,7%) y artes, humanidades y lenguas (10,1%). Los niveles de paro se elevan en profesiones menos cualificadas. Así, servicios tiene un 12,6% de desempleo, y formación general, básica de adultos y habilidad generales, el 16,4%.