El mercado de la vivienda en España mantuvo en agosto una senda de crecimiento sólido, aunque con signos incipientes de moderación en los núcleos urbanos más importantes. Según el informe IMIE General y Grandes Mercados de Tinsa, el precio de la vivienda registró un incremento mensual del 0,4%, consolidando una vigorosa subida interanual del 11,9%. Este crecimiento es especialmente significativo al superar en 8,9 puntos porcentuales a la inflación, lo que indica un apreciable aumento del valor real de los inmuebles y una clara fortaleza de la demanda.
Un dato destacable del mes de agosto fue la moderación en la aceleración de los precios que se venía observando en los meses anteriores, particularmente en las categorías de capitales y grandes ciudades, que experimentaron una ligera corrección del -0,1% mensual, y en las 'áreas metropolitanas', cuyo avance se situó en el +0,4%. Esta pausa sugiere un posible agotamiento de la escalada de precios en las zonas que tradicionalmente han liderado la revalorización.
Frente a esta moderación urbana, el dinamismo se trasladó a las zonas costeras y vacacionales. Los territorios de la costa mediterránea lideraron las subidas con un notable 1,2% mensual, seguidos muy de cerca por las 'islas' (+1,1%), reflejando la continua fortaleza de la demanda de segunda residencia y el tirón del mercado turístico. También destaca el repunte del 'resto de municipios' (áreas del interior), que con un +1% muestran una progresiva reactivación.
En el acumulado de los últimos doce meses, el panorama confirma la dualidad del mercado. Las islas se consolidan como el territorio con mayor revalorización, con un espectacular +16,5% interanual. Les siguen de cerca las capitales y grandes ciudades (+12,9%), que a pesar de la pausa de agosto, mantienen un ritmo de crecimiento muy intenso. El resto de municipios, aunque con la tasa más baja (+8,1%), evidencia una tendencia alcista constante y progresiva.
A nivel macro, el informe de Tinsa revela que, si bien el precio de la vivienda ha subido un 57,6% desde el mínimo de la crisis financiera, el precio medio nacional de la vivienda nueva y usada se mantiene aún un 6,9% por debajo de los máximos registrados a finales de 2007. Esta cifra, a la vez, esconde grandes disparidades regionales. En términos nominales, solo el grupo de islas ha superado con creces aquellos niveles, con un precio un +19% superior.
No obstante, al descontar el efecto de la inflación acumulada desde entonces, incluso este territorio se mantiene un 15% por debajo en términos de poder adquisitivo real. Las capitales y grandes ciudades' están a punto de igualar sus máximos nominales (-2,2%), mientras que los municipios del interior y de la costa atlántica se encuentran aún un 19% por debajo de sus cotas históricas.
Cristina Arias, directora del Servicio de Estudios de Tinsa, aporta una clave esencial para entender la presión alcista: la escasez de oferta. Aunque los visados de dirección de obra para nueva construcción muestran una evolución positiva en el primer semestre del año, Arias señala que "aún es temprano para que la adición de nuevas viviendas terminadas al parque residencial contribuya al alivio de los tensionamientos de precios". Esto sugiere que, en el corto plazo, la limitada disponibilidad de stock seguirá ejerciendo presión sobre los precios, especialmente en las zonas de mayor demanda.