La campaña del aceite de oliva 2024-2025 ha cerrado con su nivel de existencias más alto de los últimos tres años, 290.218 toneladas. Superados dos años de extrema sequía, el volumen es superior a las 186.900 toneladas de la campaña 2023-2024 y las 248.200 toneladas de 2022-2023, pero queda lejos aún de la media de más de 400.000 toneladas de años anteriores.

Con este volumen de existencias, actualmente, el precio en origen del aceite de oliva virgen está en 3,6 euros por litro, y el extra, en 4 euros. El pago a los agricultores ha sido inferior a los casi 9 euros por litro que llegaron a valer sus existencias a principios de 2024, cuando la escasez de oferta por la sequía elevó su cotización a niveles históricos.

El último avance de la situación del mercado oleícola, con datos a 30 de septiembre pasado, muestra que las almazaras han registrado unas existencias acumuladas de 138.077,8 toneladas, que se unen a las 115.661,1 toneladas de granel y las 33.535,49 de envasado en la industria, y las 2.943,2 toneladas del aceite de oliva declaradas por la fundación Patrimonio Comunal Olivarero. 

Además, la producción acumulada en las almazaras se ha situado en 1.419.127,6 toneladas, por debajo de las 1.425.823,8 toneladas registradas como salidas, según los datos difundidos este lunes por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, recogidos por Efe.

Se hunden los precios en origen

Ante el cierre de la campaña, la organización agraria UPA la ha considerado una "oportunidad perdida para el sector olivarero" y ha acusado a algunos operadores de "imponer una estrategia de volumen y precios hundidos en origen", por debajo de los costes de producción. En su opinión, un euro más en origen hubiera supuesto una "inmensa diferencia" en los ingresos de los agricultores, que esperaban una mayor rentabilidad de sus explotaciones, en especial las de olivar tradicional.

Esos ingresos extra, ha lamentado UPA, se podían haber traducido en unos 4.000 euros por explotación en España, hasta un total de 1.558 millones de euros adicionales para un sector muy atomizado.

Según cálculos de UPA, el inicio de la campaña 2024-2025 partió de un enlace escaso, "como ocurrirá de nuevo en la de 2025-2026", y ha acabado con una comercialización de unos 1,52 millones de toneladas, más que el total producido en lo que ha sido un año "bueno".

La organización ha remarcado que en los últimos diez años únicamente ha habido dos en lo que no se ha podido tener un nivel de ventas superior a lo producido, lo que a su juicio sirve para desmentir que haya un problema estructural de exceso de producción.