Los ciudadanos de Catalunya ocupan el cuarto lugar en la demanda de días libres por la muerte de una mascota en España, ya que su porcentaje positivo asciende a un 77%. Otras comunidades autónomas como Andalucía (83%), Murcia (81%), Canarias (78%), o la Comunidad de Madrid (75%) también se sitúan por encima de la media. Por su parte, Extremadura, las Islas Baleares y Asturias son las que menos reclaman permisos por la muerte de un animal de compañía, ya que su porcentaje se sitúa entre el 50% y el 54%. Entre los que dan apoyo a esta medida, un 60% de los catalanes afirman que haría falta que las empresas cedan al menos un día de baja por muerte, mientras que un 17% sostiene que tendrían que recibir más de uno. Por el contrario, solo el 23% no considera necesario ceder días libres por la muerte de una mascota.
¿Ahora bien, hay una ley específica para estos casos? En España actualmente no hay ningún tipo de permiso que tenga en cuenta circunstancias relacionadas con la muerte de una mascota. El debate sobre la necesidad de crear alguna medida para este tipo de circunstancias ha experimentado un notable aumento durante los últimos años. Tanto es así que un estudio elaborado este 2025 por Sanicat, empresa en arenas para gatos y bienestar felino, ha revelado que el 70% de españoles considera que su empresa tendría que dar días libres por la muerte de su mascota. Desde de ON ECONOMIA, hemos podido constatar que ya se han experimentado casos por esta baja, bajo otra premisa oficial o motivación. Durante las últimas décadas, la percepción del papel de las mascotas ha evolucionado significativamente dentro de la sociedad española. Esta transformación cultural, unida al reconocimiento de su valor emocional y social, ha permitido que su rol como simple compañía animal se desarrolle hasta ser considerados como una parte imprescindible de la familia.
El perfil del solicitante
Entre las cifras más destacadas de este estudio se aprecia una notable diferencia entre la opinión de las mujeres y los de hombres con respecto a este reconocimiento, y es que, el porcentaje de mujeres que reclama estos días libres alcanza el 80%, mientras que el de los hombres se reduce a un 58%. Además, un 20% de las mujeres encuestadas considera que tendría que recibir más de un día de permiso. Por otra parte, el grupo de jóvenes de 18 a 24 años es el más concienciado con este hecho, ya que un 90% de ellos sostiene que su empresa tendría que ofrecer días libres ante este tipo de circunstancias. Este porcentaje desciende a medida que aumenta la edad, ya que en las personas de entre 25 y 39 se sitúa en un 84%, en las de 40 y 59 en un 59% y en las mayores de 60 en un 41%.
Precedentes y otros casos
En algunos países, como Colombia, se ha discutido la posibilidad de conceder permisos retribuidos por la muerte de una mascota. En otros, como Chile, se ha presentado una iniciativa legislativa para otorgar un día hábil de permiso por luto en caso de muerte de mascota. No obstante, la legislación laboral en general no prevé este tipo de permiso a la mayoría de los países. A pesar de que algunas empresas o instituciones podrían considerar conceder permisos o días libres en casos especiales, eso generalmente se hace por cortesía y no está regulado legalmente. Por otra parte, la Ley de Bienestar Animal (Ley 7/2023) introdujo cambios importantes con respecto a la tenencia de mascotas. A pesar de no recogerlo el Estatuto de los Trabajadores, algunas empresas con políticas 'pet friendly' han implementado permisos especiales dentro de sus estrategias de conciliación laboral. Algunos convenios incluyen días de asuntos propios, los cuales se podrían utilizar para atender emergencias relacionadas con las mascotas, siempre que la normativa de la empresa lo prevea.
Como precedente, en el 2023, el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) declaró improcedente el despido de un trabajador que se ausentó un día de su lugar para llevar el perro enfermo al veterinario. En este caso, el juzgado se acogió a la Ley de protección de animales, considerando que el empleado tenía derecho a asistir la mascota en una situación de urgencia. Por eso, la empresa tuvo dos opciones: readmitir al trabajador o indemnizarlo. En este sentido, la sentencia determinó que la ausencia del empleado tenía base legal, cosa que hacía que el despido fuera improcedente. Sin embargo, la decisión no recayó en la necesidad de cura del animal, sino en la desproporción de la sanción.