El bono social eléctrico no está llegando a todas las familias que lo necesitan, según EsadeEcPol y Oxfam Intermón en un informe dado a conocer este jueves. El trabajo concluye que la tasa de cobertura del bono social es del 24,5% según datos de 2022, lo que quiere decir que algo más de 8 de cada 10 beneficiarios potenciales no reciben el bono social eléctrico. En contraste, uno de cada tres hogares que reciben el bono tiene ingresos medio-altos.
Para acceder a este bono, que se concreta en un descuento en la factura de la electricidad, hay que cumplir alguno de los siguientes requisitos: tener un nivel de renta por debajo del umbral establecido (poco más de 8.000 euros anuales), ser familia numerosa o ser un hogar formado por pensionistas que cobran la cuantía mínima.
El estudio demuestra que el factor más negativo en la probabilidad de recibir el bono es que haya algún miembro de la familia nacido en el extranjero, lo que reduce en un 12% la posibilidad de obtener el descuento en la factura eléctrica. En el otro extremo, ser familia numerosa tiene el mayor efecto positivo, incrementando la probabilidad de recibir el bono en un 27%. Esto se traduce en que el 60% de las familias numerosas de ingreso medio-alto reciben el bono. Según este informe, estar en un hogar de renta baja solo incrementa la posibilidad de recibirlo en un 4%.
Medidas correctoras
La conclusión del informe es que existen problemas de diseño que limitan que la política tenga el alcance deseado en origen. EsadeEcPol y Oxfam Intermón proponen en el documento una serie de medidas para mejorar su eficiencia y lograr que lo reciba quien lo necesite. Entre estas medidas está eliminar las barreras de acceso y agilizar la concesión del bono, permitir que se combine con otros apoyos como el ingreso mínimo vital o reducir las barreras de entrada de manera que sea accesible y conocido por las familias potencialmente beneficiarias. También, reconsiderar los criterios de renta para asegurar que lo reciben las familias numerosas que claramente lo necesitan.
"El diseño del bono social eléctrico dificulta que llegue a quien más lo necesita. Es necesario armonizar el sistema de protección social para asegurar que contribuye a reducir la pobreza", dice Alejandro García-Gil, responsable de políticas de protección social y empleo de Oxfam Intermón. “Además”, apunta Jorge Galindo, director adjunto de EsadeEcPol, “no solamente son las políticas de ingresos las que ayudan a reducir la pobreza energética: hay que asegurar que las medidas destinadas a la mejora de la eficiencia energética, como es la rehabilitación de edificios, estén disponibles y accesibles precisamente para hogares vulnerables”.
Estos datos de baja cobertura del bono social eléctrico se dan en un contexto marcado por la subida de precios energéticos, donde uno de cada cinco hogares no pudo mantener una temperatura adecuada en su hogar durante 2023, la cifra más alta de la UE junto a Portugal, y en uno de cada diez hubo retraso en el pago de facturas. La cantidad de hogares que consumen menos energía de la necesaria por no disponer de recursos económicos para afrontar el gasto, se ha duplicado entre 2020 y 2022.
Pobreza energética
El informe de Esade y Osfam se conoce el día después de que la Comisión Europea señalase que "los españoles fueron, junto a los portugueses, los ciudadanos europeos con mayores dificultades para mantener sus hogares calientes durante el invierno de 2023", según datos del Informe del Estado de la Energía 2024.
En concreto, un 20,8% de habitantes de España y Portugal no pudo calentar su vivienda a una temperatura adecuada, lo que supone el mayor porcentaje de hogares afectados por la pobreza energética en la UE, seguidos de Bulgaria (20,7%) y Lituania (20,0%). Por el contrario, Luxemburgo (2,1%), Finlandia (2,6%), Eslovenia (3,6%) y Austria (3,9%) registraron los porcentajes más bajos.