Las relaciones comerciales entre España e Irán dejan un saldo deficitario. A pesar de que no incluyen el comercio de productos petroquímicos como principal intercambio. El volumen de importaciones es superior a la venta de productos a Irán, de forma habitual, en los últimos años, y la balanza comercial está condicionada por las sanciones internacionales a Irán.
En 2023, las exportaciones españolas a Irán fueron de 216,1 millones de euros, con una caída anual del 6,2%, mientras que las importaciones desde Irán sumaron los 92,9 millones, con un descenso del 44,2%, según los últimos datos de comercio exterior del Ministerio de Economía.
En aquel ejercicio, España exportó a Irán productos farmacéuticos (14,1%), maquinaria de transporte y elevación (10,2%), maquinaría siderúrgica (7,4%), aparatos sanitarios y grifería 6,7%), protección de cultivos (6,6%), aditivos para la alimentación (6,2%), maquinaria para la industria de bebidas (5,1%), entre otros. Según las estadísticas de Comercio del Gobierno, España exportó el año pasado productos agroalimentarios por valor de 16,57 millones de euros a Irán, de los que cuatro millones procedieron del negocio de las semillas hortícolas y 3,37 millones de la venta de residuos de la industria alimentaria para piensos. En tercer lugar, se situaron los 2,14 millones por exportación de gallinas ponedoras vivas, 1,63 millones por venta de productos del pescado y 1,47 millones por el envío de huevos.
En el capítulo de importaciones, por un valor total de 92,9 millones de euros en 2023, casi 40 millones correspondieron a compra de especias. En concreto, desde Irán llegó principalmente azafrán (39,4%), frutos secos como el pistacho (25%), materias primas, semi-manufacturas de plástico (7,5%) y vidrio (5,9%), entre otros.
La situación fue similar en 2024. Las importaciones en 2024 supusieron una factura de 68,52 millones de euros para España, principalmente por la compra de azafrán (48,4 millones) y 14,9 millones en pistachos. En líneas generales, en 2024, España importó 53,8 millones de euros en azafrán. Los principales países de origen de estas importaciones fueron Irán -que es el principal productor mundial-, Afganistán, Grecia y Francia, según datos del Observatorio de Complejidad Económica (OEC).
Irán es un exportador nato productos petroquímicos -que aportan casi la mitad de su comercio internacional-, pero también pesa en su ranquin exportador la industria metalúrgica y de minerales, según datos del organismo iraní Trade Promotion Organization of Iran. Otros productos exportados son los poliméricos, la industria agroalimentaria, química, textil, fabricación de maquinaria y equipos, industria eléctrica y electrónica, electrodomésticos, sector automotriz, productos celulósicos, medicinas, sector de deportes y equipos médicos; y el sector agrícola -frutas y verduras, frutos secos, productos animales e industrias relacionadas, plantas medicinales, comestibles, ornamentales e industriales y cereales-.
Como importador, Irán se centra en la compra internacional de productos poliméricos, industria agroalimentaria, química, textil, fabricación de maquinaria y equipos, industria eléctrica, electrodomésticos, sector automotriz, productos celulósicos, medicinas, sector de deportes y equipos médicos, con un 67% del total de las importaciones. El sector agrícola figura en segundo lugar, con una cuarta parte de totas las compras, en áreas como el sector agrícola (cereales, semillas, granos y productos animales). La industria siderúrgica y metalúrgica -lingotes de acero, aluminio, plomo, productos de acero plano, ferroaleaciones, barras y acero y metales preciosos- son también una parte de su demanda (un 10%) y el resto son productos petroquímicos.