La COEO lleva días anunciando una ambiciosa jornada para analizar la evolución y el impacto de los fondos Next Generation (NG) sobre la economía y las empresas españolas. Como punto fuerte, la inauguración se ha reservado a la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, responsable de los fondos comunitarios NG. Sin embargo, la carta remitida este miércoles por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que está sopesando dimitir por los ataques a su mujer, ha marcado, y monopolizado, la intervención de la ministra en la sede de la CEOE en Madrid. “Tenía pensada otra intervención para destacar el esfuerzo y el aprovechamiento que se está haciendo en España con los fondos NG, pero las circunstancias políticas del día de hoy hace cambiar el paso”, ha dicho. Escasas referencia a los fondos Next Generation de la vicepresidenta primera en las jornadas de este jueves.

Sin embargo, en las intervenciones que la han precedido, las del presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, y la del presidente de PwC, Gonzalo Sánchez, sí se ha hablado de los Next Generation y se han explicitado peticiones concretas al Gobierno, especialmente, una relajación de los procesos administrativos que se exigen a las empresas para acceder a las ayudas procedentes de Bruselas. Peticiones a las que Montero ha contestado al final de su intervención. “Tomo nota de lo expuesto aquí, pero tenemos que ser capaces de compaginar la flexibilidad en la gestión de los proyectos, con los controles que exige Europa, que no se pueden hacer idea. Los organismos de control están a pie de terreno para comprobar que se cumple con todas las exigencias”, ha advertido.

Clima político "insostenible"

Poco más ha dicho de los Next Generation, centrándose en el clima “insostenible” que se está viviendo en la política española, “en la que se han superado todas las líneas rojas y se está en la peor versión de la política”. La vicepresidenta ha remarcado que no increíble que en el debate político no estén presentes las políticas llevadas a cabo en estos años, tras el covid, que “han salvado a miles de empresas y puestos de trabajo”. Y centrando el discurso en las políticas y no en los “escándalos” ha incidido en que la vocación del Gobierno español ha sido, y sigue siendo, desarrollar una política económica que compagine los legítimos intereses de las empresas y de los trabajadores, pero también del conjunto de la sociedad, “una convivencia que se desarrolle de forma armónica, para que las empresas puedan expandir sus negocios gracias al dinero que los fondos NG han puesto a su disposición”. Una potencialidad de estos fondos, ha remarcado Montero, que aporta crecimiento a la economía española, y “que debemos celebrar”.

La vicepresidenta ha apuntado que están trabajando para que en esta segunda fase de los fondos NG (donde ya se entremezclan créditos y ayudas directas), “sean capilares para que llegue al conjunto del tejido empresarial”. Tras su discurso, Garamendi, con cierta socarronería, ha señalado que daba paso a la primera mesa de diálogo señalando: “para hablar de lo que hemos venido a hablar hoy”.

Garamendi

Precediendo a Montero, el presidente de los empresarios ha señalado que arranca la segunda fase del plan, con 93.000 millones disponibles, entre préstamos y ayudas. Y ha reiterado el mensaje de que “los empresarios somos la solución y estamos dispuestos a trabajar por nuestro país en esta colaboración público-privada”.

Más explícita en relación de los fondos NG ha sido la intervención de Gonzalo Sánchez. presidente de PwC que ha remarcado que la financiación para las empresas se ha reducido por debajo de 2019, limitada al circulante y no para nuevos proyectos, “de aquí, la necesidad de los fondos que, además, incentivan proyectos de inversión”. Una inversión necesaria, en una desaceleración suave de la economía, con un coste financiero mayor para las empresas. “Por eso, los fondos NG son fundamentales para financiar las inversiones y generar las reformas que necesitamos”.

Una inversión y unas reformas que son dos temas capitales para el país, ha señalado el presidente de la consultora y ha apuntado los dos cuellos de botella de los que adolecen los fondos. Primero, las dificultades de cumplir con los requerimientos administrativos que exigen y, segundo, el retraso en las licitaciones. Sobre esto último, Sánchez señala que ya se han producido convocatorias por valor de 70.000 millones de euros, pero “se ha licitado algo menos de la mitad”. Respecto a la carga burocrática, señala que hay muchas empresas que no pueden cumplir, especialmente los plazos.