El mercado inmobiliario español mostró en agosto de 2025 unos síntomas claros de desaceleración en las transacciones, pero con una resistencia notable en los precios y un repunte esperanzador del crédito hipotecario. Este panorama dual, caracterizado por un hundimiento de la demanda en comunidades clave como Madrid, pero con una presión alcista sostenida en el valor de la vivienda, pinta un escenario complejo para la segunda mitad del año.

El mes de agosto se cerró con un total de 38.239 operaciones de compraventa de vivienda, una cifra que supone un retroceso del 1,3% respecto al mismo mes de 2024. Esta bajada, aunque moderada, confirma una tendencia de frenazo después de varios meses de crecimiento más sólido. Si se analizan los datos por tipo de vivienda, se descubre un cambio en las preferencias de los compradores:

  • Los pisos, que constituyen la mayoría de las operaciones (27.822 unidades), experimentaron una caída significativa del 3,3% interanual.
  • Por el contrario, las viviendas unifamiliares (10.417 unidades) fueron las claras ganadoras, con un incremento de las transacciones del 4,5%. Esta divergencia podría reflejar una búsqueda de espacios más amplios y con más exterior, una tendencia que arraigó durante la pandemia y que parece consolidarse.

En plena desaceleración de las ventas, lo que no parece ceder es el precio de la vivienda. El precio medio por metro cuadrado alcanzó los 1.728 euros, un 5,6% más que el agosto pasado. Esta subida, muy superior a la inflación general, continúa presionando el acceso a la vivienda para muchos hogares. La disparidad geográfica se agranda. Por tipo de vivienda:

  • Los pisos se encarecieron hasta 1.993 €/m² (una subida del 8,1%).
  • Las unifamiliares moderaron su apreciación, con un precio medio de 1.312 €/m² (un 2,5% más).

En el ámbito autonómico, el mapa de precios es un auténtico mosaico. Las subidas más espectaculares, por encima del 20%, se concentraron en:

  • Cantabria (+21,6%)
  • Extremadura (+20,2%)
  • Islas Baleares (+20,1%)

Estas cifras reflejan una intensa revalorización en mercados que, en el caso de Extremadura, podrían estar atrayendo inversión por precios más asequibles, mientras que Baleares aún sufre la presión de la demanda turística y de segunda residencia. En el otro extremo, solo dos comunidades vieron cómo los precios retrocedían: Castilla-La Mancha (-12,8%) y Asturias (-3,1%), mostrando la fragilidad de algunos mercados interiores. En un terreno más positivo, la concesión de préstamos hipotecarios para la adquisición de vivienda experimentó un crecimiento del 3,3% interanual, con 21.011 operaciones registradas. Este repunte de la financiación es un indicador clave para la salud del sector a medio plazo.

Además, la cantidad media de estos nuevos préstamos subió hasta los 161.692 euros, un 9,4% más que hace un año. Este incremento refleja dos factores: la subida de los precios de la vivienda y, posiblemente, un mayor importe necesario para su adquisición. Por otro lado, los datos revelan que el 54,9% de las compras se financiaron mediante una hipoteca, y que este préstamo cubrió de media el 73,9% del precio de la vivienda.

Geográficamente, el crédito también muestra un comportamiento irregular. Las mayores alzas en el número de hipotecas se dieron en Extremadura (+30,6%) y Galicia (+16,8%), mientras que cayó con fuerza en Navarra (-11,3%) y en Islas Baleares (-10,5%). Agosto de 2025 presenta un mercado inmobiliario en un punto de inflexión. La caída de las transacciones, especialmente en pisos y en comunidades económicamente dinámicas como Madrid, apunta a un posible enfriamiento impulsado por la incertidumbre económica o la saturación de precios.

No obstante, la robustez de la demanda por las unifamiliares, la fuerte subida de los precios en la mayor parte del territorio y la recuperación del crédito hipotecario indican que el mercado aún tiene un suelo sólido. La tendencia de los próximos meses confirmará si esta desaceleración es un simple ajuste o el inicio de un cambio de ciclo más profundo.