El recibo de la luz del usuario medio con la tarifa semirregulada (PVPC) es un 15,4% más caro que hace un año. Así lo pone de manifiesto el análisis realizado por FACUA-Consumidores en Acción sobre la evolución de las tarifas en septiembre, que ha cerrado con una factura de 81,49 euros, frente a los 70,62 euros del mismo mes el año pasado. La de septiembre es la tercera factura más cara del año, aunque muy por debajo de los 95,70 euros de enero y los 91,69 euros de enero. En cuanto a la evolución mensual del recibo, se ha incrementado en un 1,0% frente a los 80,71 euros de agosto para el usuario medio, esto es, un cliente con una potencia contratada de 4,4 kilovatios (kW) y un consumo de 366 kilovatios hora (kWh) mensuales.

En los últimos años, la factura del usuario medio del mes de septiembre fue de 70,62 euros en 2024, de 76,37 euros en 2023, de 137,93 euros en 2022, de 102,71 euros en 2021 y de 66,78 euros en 2020. Desde enero de 2025, el kW de potencia contratada está en 14,14 euros al mes (suma de los cargos y peajes en horario punta y valle más el margen de comercialización). Este mes de septiembre, el precio medio del kWh de energía consumida ha estado en 25,03 céntimos en horario punta, 15,58 céntimos en el llano y 15,77 céntimos en el valle. Así, el precio de la energía ha subido con respecto a septiembre del año pasado un 18,7% en punta, un 5,5% en llano y un 17,4% en valle.

FACUA ofrece los datos con el 27,19% de impuestos indirectos incluidos. El IVA de la electricidad volvió en enero al 21% y el impuesto especial sobre la electricidad al 5,11% en julio del año pasado, según el comunicado remitido este martes por la asociación de consumidores.

Abaratar la factura

FACUA viene reivindicando modificaciones en el sistema de fijación de tarifas para evitar que las energías más caras sigan inflando la tarifa semirregulada. Así, la asociación reclama desde 2021 que la nuclear y la hidroeléctrica salgan de la subasta marginalista diaria y sean sometidas a precios fijados por el Gobierno de España a largo plazo. De esta forma se evitarían los denominados beneficios caídos del cielo de estas tecnologías gracias al diseño que desde hace décadas tiene el sistema marginalista, donde el precio de mercado lo determina la oferta más cara que permite satisfacer la demanda cada hora.

Más allá de las medidas que se deben llevar a cabo, “FACUA critica la ausencia de actuaciones por parte del Ministerio para la Transición Ecológica encaminadas a potenciar que los usuarios soliciten los descuentos del bono social”. Y señala que la “gran mayoría de sus beneficiarios potenciales no lo solicitan, porque desconocen su existencia y características o debido a que creen que no tienen derecho a recibirlo”. Y denuncia que “a día de hoy, el Gobierno continúa sin emprender campañas de publicidad institucional potentes sobre estos descuentos”.

Asimismo, FACUA reclama medidas para fomentar que los consumidores optimicen la potencia contratada en sus viviendas. Según un análisis de la asociación, los consumidores domésticos pagan a las eléctricas cerca de mil millones de euros de más cada año por el exceso de kilovatios que figuran en sus contratos. El último Panel de Hogares de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), correspondiente al segundo semestre del año pasado, indica que siete de cada diez viviendas tienen contratada una potencia superior a la que necesitan.