Jaume Giró, exconseller de Economía, y Miquel Puig, actual secretario de Asuntos Económicos y Fondos Europeos de la Generalitat, coinciden en que se debe mejorar la productividad de Catalunya, pero discrepan sobre el actual modelo turístico. El alto cargo del gobierno de ERC defiende que hay que "redimensionarlo" mientras que el exconseller de Junts se opone a reducirlo.

Así lo expusieron este miércoles en un coloquio organizado por el Fòrum Demòcrata –asociación que tiene como objetivo actualizar los postulados del catalanismo– ante un grupo de universitarios en el campus de la Ciutadella de la UPF.

Puig argumentó que es necesario "redimensionar el sector del turismo de sol y playa" porque está encarado a trabajar solo los meses de verano. Eso repercute en los salarios, un 20% más bajos que en el resto de sectores, y en un paro más elevado. Y subrayó que "la calidad está enfrentada con la cantidad". Por eso, apostó para que Barcelona y la costa catalana evolucionen hacia un "destino prémium", con menos plazas y un nivel más alto de ocupación.

Pero Giró advirtió que hay que "ir con cuidado" con el término 'redimensionar' y tener presente la aportación del turismo a la economía catalana. Apuntó que la revolución tecnológica hará desaparecer muchos puestos de trabajo pero no en el turismo. Y que Catalunya tiene que seguir apostando por los servicios.

En cambio, Giró y Puig coincidieron en la necesidad de incrementar el salario mínimo interprofesional y en otras medidas para mejorar la productividad. Cada uno desde su perspectiva.

Sobre el recurrente debate de la reindustrialización, Giró subrayó que "no nos tenemos que obsesionar con el peso industrial" de Catalunya porque "no es sinónimo de mejora económica". Recordó que, desde mediados del siglo pasado, todos los países avanzados han ido bajando el peso de la industria sobre el total de sus economías en beneficio de los servicios. Un ejemplo son los Estados Unidos, donde ahora la industria solo supone el 17% de su economía. Y apuntó que con la nueva revolución tecnológica se crearán puestos de trabajo, pero también desaparecerán muchos que no irán ni a la industria ni al sector primario.

Después de recordar que estamos por debajo de media de los 27 países de la UE en productividad, Giró indicó que hace falta más innovación e investigación, campos en los que también estamos por debajo de la media europea, porque así se potenciará el "talento" del trabajador. Y planteó una reforma del "marco institucional", que calificó de "débil" tanto en España como en Catalunya. Incluso dijo que "el poder legislativo se tendría que hacer el harakiri" y empezar a "deslegislar" para reducir la carga burocrática. De hecho, eso es lo que reclaman los agricultores en las movilizaciones de los últimos días. Subrayó que "la burocracia ataca la productividad de un país".

Paro y formación

Por su parte, Miquel Puig puso énfasis en "la elevada" tasa de paro de Catalunya, del 8,97% al último trimestre del año pasado, mientras todos los sectores se quejan de que no encuentran trabajadores. En este sentido, dijo que "los economistas hablan del paro, pero no han visto parados: con falta de estudios y con muchos años en trabajos de baja productividad". Añadió que estos consideran que "la diferencia entre trabajar y no trabajar es tan pequeña que no vale la pena" ponerse a ello. Ante esta situación, apostó por las "políticas activas de empleo": formación e incentivos. En este punto propuso incrementar el salario mínimo interprofesional, crear "buenos puestos de trabajo" y "redimensionar" el sector turístico de sol y playa.

En su opinión, otra dificultad de Catalunya para incrementar la productividad es el nivel de formación: casi la mitad de la población ocupada posee un título superior, un porcentaje mucho más alto que en Alemania, para poner un ejemplo. Y al mismo tiempo hay pocos trabajadores con Formación Profesional y un 23% solo tienen estudios primarios, cuando en la mayoría de países europeos no alcanzan al 10%. Y lo "preocupante" es que muchos son jóvenes.