El mercado bursátil ha rubricado este martes, en la penúltima sesión del 2025, una jornada para enmarcar. El Ibex-35 no solamente ha cerrado en terreno positivo, sino que lo ha hecho coronando un nuevo máximo histórico al subir un 0,93% y situarse en los 17.354,9 puntos. Este hito llega tras una sesión de tensión contenida, donde durante la mañana las ganancias se limitaban a un modesto 0,5%, para despegar en la recta final con un impulso decidido. Con estos niveles, el índice referente de la bolsa española culmina un año de rendimiento excepcional, acumulando una revalorización superior al 50% desde enero, una cifra que duplica con creces las expectativas más optimistas y lo sitúa como uno de los mercados más dinámicos de Europa.
La sesión, aunque técnicamente normal, estuvo impregnada del ambiente característico de final de año: volumen moderado, pero con movimientos significativos en valores clave. Los inversores operaron con la mirada puesta tanto en los cierres contables como en el horario especial de mañana, miércoles 31 de diciembre, cuando el mercado abrirá solo hasta las 14:00 horas, y en la posterior festividad del 1 de enero, que mantendrá los parqués internacionales en silencio.
El contexto económico estatal proporcionó un viento de cola favorable. El Instituto Nacional de Estadística (INE) avanzó este martes que el Índice de Precios al Consumo (IPC) recortó una décima su tasa interanual en diciembre, situándose en el 2,9%. Este descenso, impulsado principalmente por la caída en los precios de los carburantes, confirma la tendencia a la baja de la inflación en España. Cerrando el balance del año, la inflación media de 2025 se sitúa en el 2,7%, una décima por debajo de la registrada en 2024. Esta desaceleración continuada ofrece un respiro a los hogares y refuerza las expectativas de que el Banco Central Europeo pueda mantener o incluso suavizar su política monetaria, un escenario que tradicionalmente beneficia a los mercados de renta variable.
Si un valor ha centrado todas las miradas hoy, ese ha sido Indra. La compañía de tecnología y defensa no solo ha protagonizado la mayor operación corporativa del día, sino que ha sido el valor más alcista del Ibex, con un salto del 2,62%. El motivo: la formalización de la compra del 89,68% de Hispasat a Redeia por la considerable suma de 725 millones de euros. Esta adquisición estratégica consolida a Indra como un jugador integral en el sector aeroespacial, defensa y seguridad. Simultáneamente, la empresa ha anunciado una profunda reestructuración de sus áreas de Espacio y Satélites, colocando al frente de la nueva división unificada a Miguel Ángel Panduro, hasta ahora CEO de Hispasat. Esta jugada, interpretada por el mercado como un movimiento para maximizar sinergias y potenciar el negocio gubernamental y militar, ha inyectado un potente optimismo en el título.
El impulso no fue solo cosa de Indra. El sector financiero, barómetro de la confianza en la economía, mostró una sólida fortaleza. Banco Santander subió un 1,61% y BBVA un 1,47%, contribuyendo decisivamente al avance del índice. Acerinox (+2,43%) y Unicaja (+1,89%) completaron el podio de los más ganadores. Al otro lado de la balanza, solo tres valores acabaron en rojo, con caídas muy contenidas: Grifols (-1,19%), Fluidra (-0,09%) y Aena (-0,04%), en una señal de la amplia base alcista de la sesión. El optimismo no fue un fenómeno aislado español. Las principales bolsas europeas cerraron también en positivo, lideradas por Milán (+1,14%), seguida de Londres (+0,75%), París (+0,69%) y Frankfurt (+0,57%).
En el mercado de materias primas, el petróleo operaba con una leve tendencia alcista en el cierre europeo. El barril de Brent para entrega en febrero se intercambiaba a 61,99 dólares (+0,08%), mientras que el West Texas Intermediate (WTI) cotizaba a 58,15 dólares (+0,12%). En el mercado de deuda, se observó un ligero repunte de los rendimientos. La rentabilidad del bono español a 10 años subió al 3,287%, desde el 3,250% del lunes. Como consecuencia, la prima de riesgo (el diferencial con el bund alemán) se amplió ligeramente, hasta los 43,3 puntos básicos. En el mercado de divisas, el euro mostró una mínima depreciación frente al dólar, intercambiándose a 1,1764 dólares, un 0,07% menos.