La Agencia Tributaria pondrá el foco de la lucha contra el fraude en el sector de la rehabilitación y reformas de inmuebles, en el software que permite a los comerciantes ocultar parte de sus ingresos y a perseguir las criptomonedas, según se recoge en el Plan Anual de Control Tributario y Aduanero para 2023 publicado este lunes en el BOE. Igualmente, se impulsará el control sobre ciudadanos residentes en España que en vez de declarar el IRPF lo hacen a través de un impuesto especial, el de la renta de no residentes que, según Hacienda, a veces usan para "rebajar artificialmente su factura fiscal", dado que además de contar con tipos impositivos más bajos que en el IRPF, tributan únicamente en España por la renta generada en el país, en lugar de declarar toda su renta mundial. Pero también, dentro del ámbito nacional, se perseguirá a los contribuyentes que simulen residir en ciertas comunidades autónomos para reducir el pago de impuestos.

Criptomonedas

Las directrices que marcarán la actuación de la Inspección fiscal hacen hincapié en la investigación del uso de las monedas virtuales y este año se subraya la intención del Área de Recaudación de potenciar las actuaciones de localización de criptoactivos susceptibles de embargo. También actuará el Servicio de Vigilancia Aduanera con un plan de investigación asociado al empleo de criptomonedas en el ámbito de la economía digital con la finalidad de detectar elementos patrimoniales cuyo origen pueda estar vinculado a actividades criminales, según informa Hacienda.

También establece un refuerzo en el control de los titulares de actividades económicas que hacen uso de los denominados “pagos virtuales”, y específicamente con el empleo de métodos electrónicos de pago radicados en el extranjero a través de entidades que no participan de las obligaciones nacionales de suministro de información financiera. A tal fin, la Agencia Tributaria se volcará en obtener información, amparándose en la normativa de la UE, sobre pagos digitales realizados a través de entidades o aplicaciones cuya sede social y servidores estén radicados en el extranjero.

Economía sumergida

Un año más, la Inspección reforzará el control de ciertas actividades económicos que podrían concentrar mayores índices de fraude. Así, se impulsarán las tradicionales visitas o “peinados” fiscales en relación con múltiples sectores, aunque este año se focalizarán especialmente en las actividades relacionadas con la construcción, rehabilitación y reformas de inmuebles. Igualmente, con el fin de elevar las bases de cotización de ciertos sectores, la Agencia Tributaria, en el marco de la nueva normativa sobre prohibición del software de ocultación de ventas, desplegará planes específicos enfocados a la identificación de las herramientas de software de gestión y contabilidad utilizadas por comercios y empresas, así como a verificar que los programas informáticos cumplen la normativa. Fuentes de la Inspección Fiscal alertan a ON ECONOMIA que algunos de estos softwares permiten ocultar el 30% de las ventas que no dejan huella en las cajas registradoras, que afecta tanto al fraude en el IVA, como al IRPF.

Residencias ficticias

El Plan de Control Tributario 2023 publicado este lunes en el BOE incide en la necesidad de mantener la actividad de control en los supuestos de simulación de residencia, tanto en aquellos contribuyentes que eluden realizar su tributación a través del impuesto de la renta de no residentes, como aquellos que simulan residencia en otras comunidades autónomas diferentes de la real, así como en la explotación de la información disponible sobre titulares reales de sociedades opacas con inmuebles residenciales de alto nivel. De igual forma, se ejecutarán planes específicos en relación con la titularidad indirecta de inmuebles por parte de no residentes, a efectos de su correcta imposición patrimonial.

En este sentido, desde Hacienda señalan que se mantendrá el foco en la identificación de estructuras y pautas de comportamiento que se beneficien indebidamente de “la baja fiscalidad de determinados territorios, regímenes fiscales o estructuras”, y que sean o puedan ser replicadas o estandarizadas para su uso por parte de una pluralidad de contribuyentes.

Nuevos impuestos

La Agencia Tributaria pondrá en marcha este año sistemas de control para los dos nuevos gravámenes temporales energético y de entidades de crédito y establecimientos financieros de crédito, así como el impuesto temporal de solidaridad de las grandes fortunas. La Agencia asumirá, por lo tanto, las competencias de exacción, gestión, comprobación y recaudación respecto de esos dos gravámenes temporales, a pesar de tratarse de una “prestación patrimonial de carácter público no tributario” y no un impuesto en su concepción jurídica, y controlará el impuesto temporal de grandes fortunas, que a diferencia del impuesto de patrimonio es de competencia estatal

Información y asistencia

El plan contra el fraude de este año también contempla una mejora de servicio a los contribuyentes a los que se ofrecerá una carta completa de los servicios que presta la Agencia Tributaria y los canales de asistencia disponibles para cada uno de ellos. La carta de servicios vendrá acompañada de una nueva aplicación de cita previa en sede electrónica que utilizará un lenguaje más comprensible. Pero también se potenciará la atención presencial a las personas mayores o las que afectadas por la brecha digital.

Dentro del ámbito de la prevención del fraude, continúa el objetivo de reducir el número de no declarantes del IRPF mediante campañas de avisos durante el periodo de declaración, o la realización de un control temprano a la entrada de nuevos contribuyentes en el censo tributario y, en particular, cuando se trate de entidades controladas de manera efectiva por contribuyentes con “conductas tributarias reprochables en el pasado”, sobre los que se pretende realizar un seguimiento para prevenir posibles incumplimientos tributarios futuros.