El nuevo impuesto de solidaridad, que viene a complementar el actual impuesto de patrimonio, nace con dos premisas: la primera, que se aplicará en las 17 comunidades autónomas y la segunda que nunca se podrá transferir a las autonomías. Respecto a la primera, la de que se aplicará en todo el territorio nacional, no deja de ser un acto voluntarioso del Gobierno de España, pues está por ver qué sucederá en el País Vasco y Navarra, según explica el catedrático de Hacienda Pública del País Vasco, Ignacio Zubiri. En el resto de territorios todos los residentes que superen los 3 millones de patrimonio estarán obligados a presentar la liquidación del impuesto de solidaridad, sin importar que ya declaren el impuesto de patrimonio en sus respectivas comunidades. Lo que no implica que tengan que desembolsar dinero por el nuevo impuesto en todos los casos: eso dependerá de cómo esté configurado el actual impuesto de patrimonio en cada comunidad autónoma. ON ECONOMÍA explica cuánto tendrán que pagar los afectados en cada comunidad autónoma, según el patrimonio que declaren.

Porque aunque tengan que tributar por los dos impuestos, el nuevo, conocido como impuesto a los “ricos” o de las “grandes fortunas”, sólo se pagará si la cuota resultante de la liquidación es superior a la que han tenido que abonar por el de patrimonio, pues se compensan. En caso de que la cuota del impuesto de solidaridad sea superior a la cuota por el impuesto de patrimonio, se deberá pagar, por un lado, el impuesto de patrimonio en la Hacienda autonómica y, por otro, la diferencia en la Hacienda estatal por el impuesto de solidaridad. Y aquí es donde pueden surgir los dudas de quien tendrá que pagar el nuevo tributo de los ricos, debido a que el de patrimonio tiene grandes variaciones entre unos territorios y otros. Donde no hay duda es en las comunidades de Madrid y Andalucía que, al no pagar nada por patrimonio estarán obligados a abonar la totalidad de la cuota que les salga en el nuevo impuesto de solidaridad. Lo que puede oscilar de 17.000 euros para patrimonios entre 3 y 4 millones de euros a 17,3 millones para grandes patrimonios entre 400 y 500 millones.

Para evitar la tentación de que otras comunidades autónomas, como ya ha anunciado Murcia, emulen a estos dos gobiernos populares, el Gobierno de España se quedará con los recursos que se obtengan con el impuesto de solidaridad, haciendo perder a las haciendas autonómicas los fondos que recaudan ya por el impuesto de patrimonio. Una pérdida de recursos que no conseguirá proteger a los grandes patrimonios residentes en sus territorios como hacen actualmente con el impuesto de patrimonio.

Recaudación similar

Los tipos que se aplican en el impuesto de patrimonio en Aragón, Canarias, Castilla-La Mancha, Castilla y León y La Rioja son idénticos a los que se aplicarán en el nuevo impuesto. Por tanto, debido a las diferencias entre ambas figuras impositivas, tendrán unas cuotas superiores por el impuesto de patrimonio que por el impuesto de solidaridad y, aunque los residentes de estos territorios deberán presentar declaración por el nuevo impuesto, no tendrán que desembolsar un solo euro. Su cuota final por el impuesto de patrimonio es 31.500 euros superior en todos los tramos de patrimonio.

Caso distinto son las comunidades donde los tipos aplicados actualmente en el impuesto de patrimonio son distintos a los que fija la ley que regula este impuesto y que pueden ser modificados a su antojo por cada gobierno autonómico. Entre estos territorios hay dos grupos en función de sus tipos de gravamen. En el primero están Extremadura, Baleares y la Comunidad Valenciana, cuyos tipos son superiores a los estatales, lo que hace que las cuotas en sus actuales impuestos de patrimonio sean superiores a las que tendrán que pagar por el nuevo de solidaridad. En Baleares supone que una persona de 11 millones abonará 106.000 euros más que un residente de Madrid o Andalucía; en la Comunidad Valenciana casi 77.000 euros y en Extremadura, la que mayores tipos de gravamen aplica, excederá en 123.000 euros. En estas tres regiones, en todos los tramos de patrimonio sale a pagar más. Por tanto, al igual que las comunidades autonómicas anteriores no tendrán que abonar un suplemento por el impuesto de solidaridad.

Suplemento en Catalunya a partir de 16,5 millones

El segundo grupo lo configuran Asturias, Cantabria, Catalunya, la Región de Murcia y Galicia, donde los tipos de gravamen que se aplican en el impuesto de patrimonio son inferiores a los establecidos en la norma que regula este impuesto, por lo que los contribuyentes se verán obligados que abonar un suplemento por el impuesto de solidaridad. Al igual que los madrileños y los andaluces, hay suplemento en relación al impuesto de patrimonio. Sin embargo, no será así en todos los tramos de patrimonio: en los más bajos la cuota a pagar por el impuesto de patrimonio compensará lo que les sale a tributar por el nuevo impuesto de solidaridad. El límite a partir de qué tramo de patrimonio tendrán que abonar parte en el impuesto de solidaridad varía en cada una de estas comunidades autónomas. 

Los peor parados serán los gallegos, dado que tienen actualmente una bonificación del 25% de la cuota en el impuesto de patrimonio -un 50% el año próximo- lo que implica que todo lo que se están ahorrando en este impuesto lo tendrán que pagar por el nuevo de solidaridad. Según los cálculos de ON ECONOMIA, en esta comunidad tendrán que pagar un complemento por el nuevo impuesto a partir de 14 millones de euros. En este caso, el exceso de aportación será de 1.600 euros que se eleva a 111.500 para los que tengan un patrimonio de 25 millones de euros.

Los segundos más perjudicados por el nuevo tributo son los catalanes, pues tendrán que afrontar un complemento de 3.000 euros aquellas personas cuyo patrimonio supere los 16,5 millones de euros, que se elevará a 66.000 euros en el caso de los patrimonios de 25 millones. Tras ellos, los asturianos tendrán que hacer frente a ambos impuestos desde 23,5 millones de euros, 1.600 euros en este tramo y 9.000 euros en 25 millones de patrimonio. Los residentes de la Región de Murcia, que podría sumarse el año próximo a los de la Comunidad de Madrid y de Andalucía en una bonificación total, a día de hoy tendrán que pagar un parte en el impuesto de solidaridad a partir de 25 millones de euros. Finalmente, en Cantabria el suplemento lo abonarán aquellos residentes cuyo patrimonio supere los 26 millones de euros.