Carlos Alcaraz escribió este domingo un nuevo capítulo de su ya brillante carrera al coronarse campeón del Abierto de Estados Unidos por segunda vez. Frente a su rival generacional, el italiano Jannik Sinner, el español demostró una vez más su fortaleza mental y su tenis vibrante para sellar la victoria con un contundente 6-2, 3-6, 6-1 y 6-4. Con este triunfo, no solo alza su tercer título de Grand Slam, sino que arrebata el número uno del ranking mundial a Novak Djokovic, recuperando la posición que ya ocupó hace dos años.
La hazaña, lograda bajo los focos de Flushing Meadows, tiene, además, un eco financiero sin precedentes. El US Open 2025 desembolsó la bolsa de premios más abultada de la historia del tenis, con un aumento del 20% respecto al año anterior, alcanzando un total de 90 millones de dólares en distinciones. Como campeón, Alcaraz se embolsará unos 4,27 millones de euros, una cifra que establece un nuevo récord absoluto en los cuatro majors y que es idéntica para la campeona femenina, Aryna Sabalenka.
Este monto supone un incremento del 39% respecto a los 3,6 millones que recibieron los campeones de la edición 2022, un claro indicio de la pujanza económica del torneo neoyorquino. La recompensa para Alcaraz supera con creces los 2,55 millones de euros por ganar Roland Garros e incluso los 3,5 millones que su propio rival en la final, Sinner, obtuvo hace apenas dos meses en Wimbledon.
La estructura de premios del US Open reconoce la trayectoria de todos los participantes. Los tenistas que superaron la primera ronda recibieron 110.000 dólares, una cifra que escalaba progresivamente hasta los 1,26 millones de dólares para los semifinalistas. Jannik Sinner, como finalista, se llevará a casa una más que considerable compensación de 2,5 millones de dólares.
Sin embargo, la gloria en la pista viene acompañada de una significativa obligación fuera de ella. Como residente fiscal en España, Carlos Alcaraz deberá tributar por su monumental premio bajo los tipos generales del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), que se divide en una parte estatal y otra autonómica correspondiente a la Región de Murcia.
El análisis de los tramos impositivos vigentes para este año indica que los ingresos de esta magnitud tributan a los tipos más elevados. Sumando los tramos estatales y autonómicos, la tasa efectiva para Alcaraz se situaría en aproximadamente un 47%. Esto significa que de los 4.269.016 euros de su premio, alrededor de 2 millones de euros estarán destinados a las arcas públicas.
Este escenario no es nuevo para el deportista de El Palmar. Tras su victoria en Wimbledon, de los 3,2 millones de euros que ganó, Hacienda retuvo aproximadamente 1,5 millones. Patrones similares se repitieron con sus triunfos en torneos de Rotterdam y Cincinnati, donde la Agencia Tributaria se quedó con cerca del 47% de sus ganancias en cada caso. Este fenómeno de elevada tributación es común en el deporte de alta competición.
Un ejemplo paralelo lo encontramos en los jugadores de la selección española de fútbol, que tras ganar la Eurocopa de 2024, vieron cómo casi la mitad de sus primas de 434.615 euros fueron directamente a Hacienda. Así, la histórica victoria de Carlos Alcaraz en Nueva York no es solo un testimonio de su dominio tenístico, sino también un recordatorio de las realidades financieras y fiscales que conlleva el éxito en la cúspide del deporte profesional. Un triunfo que, aun después de impuestos, sella su leyenda y su lugar en la historia.