La gran banca estadounidense ha arrancado la temporada de resultados del tercer trimestre en el país norteamericano. Entidades como Goldman Sachs o Bank of America (BofA) han publicado este martes los resultados correspondientes al primer trimestre de 2023, periodo protagonizado por una gran agitación financiera en Estados Unidos, tras el colapso de bancos como Silicon Valley Bank (SVB). 

En un contexto económico complejo, las cuentas de algunas de las firmas más relevantes reflejan la caída de sus ganancias debido a los vaivenes del mercado en los últimos meses, mientras que otras compañías financieras están recogiendo los frutos gracias a las subidas de los tipos de interés acometidas por la Reserva Federal (Fed).

Goldman Sachs ha presentado este martes los números correspondientes hasta el mes de marzo, que reflejan una caída del beneficio del 19,4% en comparación con el mismo periodo del año anterior, hasta situarse en 3.087 millones de dólares. El total de sus ingresos fue de 12.224 millones de dólares, lo que supone haber registrado un 5,5% menos. 

"Los eventos del primer trimestre actuaron como otra prueba de estrés de la vida real, demostrando la resiliencia de Goldman Sachs", ha asegurado el presidente y consejero delegado de Goldman, David Solomon. El descenso de las ganancias del banco de inversión se debe principalmente a la menor actividad de los mercados entre enero y marzo en comparación con el ejercicio anterior, así como al lastre que ha supuesto la venta parcial de una cartera de préstamos Marcus.

Se trata de préstamos especiales para consolidar deudas, cuya venta de una parte y la transferencia del resto de la cartera ha supuesto la pérdida de unos 470 millones de dólares. No obstante, la operación ha sido compensada con una reducción de las reservas por posibles impagos de préstamos de 440 millones.

La banca de inversión acusa las turbulencias financieras

En cualquier caso, los resultados de la compañía están por debajo de las estimaciones de los analistas sobre el impacto de los préstamos al consumo, así como los resultados de la negociación de bonos y gestión de activos y patrimonio, que han sido más débiles de lo esperado. 

A diferencia de otros grandes bancos estadounidenses, cuya actividad está más diversificada, Goldman Sachs obtiene la mayoría de sus ingresos de las actividades de Wall Street, principalmente del comercio y la banca de inversión. Una circunstancia que ha pesado sobre su negocio en los últimos meses. Así, la banca de inversión de Goldman Sachs redujo sus ingresos un 26%, debido a unos ingresos netos "significativamente inferiores" en asesoramiento.

Circunstancia que refleja un descenso de las operaciones de fusiones y adquisiciones registradas en todo el sector, y en suscripción de deuda, como consecuencia también de un descenso de los volúmenes. Además, sus ingresos por operaciones de renta fija cayeron un 17% por una menor actividad en divisas y materias primas, mientras que los generados por negociación de acciones cayeron un 7%.

No es el único banco de inversión que se ha visto perjudicado por el contexto económico. El gigante BlackRock, la mayor gestora de activos del mundo, informó la semana pasada de una caída de su beneficio del 19%, debido principalmente a la reducción de sus márgenes, la moderación mostrada en los mercados por la crisis bancaria y las tarifas de rendimiento más bajas. 

Laurence Fink, director ejecutivo de la compañía, se mostró optimista y aseguró que debían aprovechar las oportunidades, ya que “la actual crisis de confianza en el sector bancario regional" supondrá una aceleración del crecimiento de los mercados.

Las subidas de tipos impulsan a BofA, Citigroup y JP Morgan

La otra cara de la moneda es la que representan entidades como Bank of America. La firma norteamericana ha publicado sus resultados trimestrales este martes y sus cuentas reflejan un aumento de sus beneficios del 16% en comparación con el mismo periodo de 2022. La compañía ha ganado 7.656 millones de dólares  y ha logrado unos ingresos de 26.258 millones de dólares, un 13% más, incluyendo los intereses netos, que alcanzaron los 14.448 millones de dólares.

El principal motivo es el impulso que ha recibido gracias a las subidas de los tipos de interés acometidas en los últimos meses por la Fed para tratar de reducir el nivel de inflación en Estados Unidos. A este respecto, el director financiero de la entidad, Alastair Borthwick, ha destacado la solidez de los resultados del trimestre con un crecimiento de los ingresos por intereses netos "impulsados por tipos más altos" junto con el crecimiento de los préstamos. 

No obstante, la entidad ha tenido que provisionar 931 millones de dólares para afrontar el aumento del riesgo de crédito, una cifra muy superior a los 30 millones de dólares que provisionó en el mismo periodo del año pasado. Además, También ha visto caer la cifra de depósitos durante el primer trimestre, que se situó en 1,910 billones de dólares, 19.900 millones de dólares menos respecto de la media de los depósitos del trimestre anterior y de 162.000 millones de dólares si se compara con el primer trimestre de 2022.

En este lado también se encuentran otras grandes firmas del sector financiero estadounidense como Citigroup, que incrementó sus ganancias en un 7% gracias también a las alzas en los tipos de interés de los últimos meses. Una tendencia que ratifican JPMorgan y Wells Fargo, habiendo superado también las expectativas del mercado disparando su beneficio un 54% y un 34% respectivamente, con el impulso de la política monetaria de la Fed. 

Sin embargo, también estos grandes bancos han tenido que aumentar sus provisiones de manera significativa, ante los últimos acontecimientos en el sector financiero y por el temor a que la economía acabe finalmente entrando en recesión.