La Generalitat ha formalizado siete préstamos, por valor de 3.500 millones de euros, para completar la refinanciación del Fondo de Liquidez Autonómica. Según el Departament d'Economia i Finances, este movimiento supone un ahorro de unos 130 millones de euros en intereses hasta 2035. La negociación con los bancos se ha llevado a cabo desde hace meses, tal y como ha ido contando ON ECONOMIA.

Por este motivo, el Govern califica la operación de "refinanciación parcial con éxito". Entre los meses de mayo y julio, varias entidades financieras presentaron ofertas que superaban el importe solicitado, y finalmente se han cerrado siete contratos de crédito con seis bancos españoles. Esta operación representa un hecho inédito en más de una década, ya que es la primera vez en 13 años que el ejecutivo recurre al sector bancario privado.

El pasado mes de mayo, el Consejo de Ministros y el Consell Executiu autorizaron a la Generalitat a formalizar nuevas operaciones de endeudamiento a largo plazo por un importe máximo de 3.500 millones de euros. La operación, ya cerrada, representa un paso significativo en la estrategia financiera del Govern, que busca reducir su dependencia del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) y diversificar sus fuentes de financiación.

Según fuentes del Departamento de Economía, la transacción permite aprovechar el actual contexto de los mercados, marcado por una caída progresiva de los tipos de interés en relación con los máximos registrados durante 2023. Esta circunstancia ha facilitado la obtención de crédito en condiciones más favorables y ha abierto la puerta a un ahorro financiero considerable para las arcas públicas catalanas.

El tipo medio de los nuevos préstamos formalizados es del 2,951%. Esto supone una reducción de 54,6 puntos básicos respecto al coste de la financiación obtenida a través del FLA en 2023, cuando el tipo se situaba en el 3,497%. El ahorro no solo implica una menor carga financiera para la Generalitat en el corto plazo, sino que también podría generar un mayor margen presupuestario para destinar recursos a políticas sociales, inversiones públicas y servicios esenciales.

Con este movimiento, el Govern continúa avanzando en su estrategia de normalización financiera. Tras años de fuerte dependencia del FLA, la Generalitat busca consolidar su acceso a los mercados y recuperar autonomía a la hora de decidir cómo y cuándo endeudarse. Fuentes del ejecutivo destacan que esta operación evidencia la confianza de los inversores en la capacidad de la Generalitat para hacer frente a sus compromisos y mejorar su posición crediticia.

No obstante, la deuda pública catalana sigue siendo uno de los principales retos de la política económica del país. Actualmente, supera el 32% del PIB catalán y obliga al Govern a mantener una gestión cuidadosa para evitar tensiones presupuestarias. En este contexto, la reducción del coste financiero se interpreta como una oportunidad para aliviar la presión sobre las finanzas públicas y reforzar la credibilidad ante los mercados.