El director de Coyuntura y Economía Internacional de Funcas, Raymond Torres, ha apostado por un cambio de modelo productivo en España en el que haya una "mayor intervención del Estado" en cuestiones como la formación, el apoyo a las empresas o la política de vivienda. Así lo ha indicado durante su participación en la charla-coloquio "España ante los cambios en la economía mundial: oportunidades y riesgos", organizada por la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) y el Consejo Social de la Universidad Complutense de Madrid.

Torres ha recordado que la economía global debe operar hoy en un mundo "más geopolítico" y con un "intervencionismo creciente" por parte de los estados, una realidad que se aprecia en países como Estados Unidos y China, por lo que "Europa debe reaccionar" con un presupuesto que haga frente a esto y dejar a un lado las "soluciones parciales".

En este sentido, ha remarcado la necesidad de que el Estado adopte un "papel renovado" que le otorgue una "mayor capacidad de liderazgo" y "margen de acción", así como un papel "más fuerte". Ha querido dejar claro que "no vale cualquier intervención", es decir, que en ningún caso se trata de "volver a aquel intervencionismo de los años 60 que nos alejó de la gran economía mundial", pero a su juicio, entre éste y una "política de no intervención absoluta" hay "un camino intermedio" con "ejemplos exitosos" a los que mirar.

"Conviene experimentar, y si no funciona se cambia", ha dicho Torres, quien ha propuesto que el Estado se apoye en "instrumentos horizontales" relativos, por ejemplo, a cuestiones como la formación, al apoyo a las empresas (para que se creen nuevas y aumenten de tamaño las ya existentes) o el impulso a la vivienda (para aliviar los problemas de muchas personas).

Para ello, además, haría falta una mayor coordinación entre administraciones, porque muchas veces el Estado adopta decisiones que se publican en el BOE pero que en su ejecución dependen de terceros. En este punto ha puesto como ejemplo los fondos europeos, que se están ejecutando "de manera desigual y lenta" debido a todos los trámites y gestiones necesarias, así como a la coordinación que hace falta entre administraciones y que en ocasiones no es sencilla.

Una economía "competitiva" con un "talón de Aquiles"

Respecto a la situación actual de la economía española en este contexto, ha reconocido que es "competitiva", ya que tiene un modelo basado en costes bajos, con capacidad de crear mucho empleo y en ventaja por sus precios energéticos inferiores, sobre todo la electricidad, además de que tiene superávit externo y es atractiva para los inversores.

No obstante, el "talón de Aquiles" de la economía española es la productividad, que ha caído y no parece que vaya a cambiar en el corto-medio plazo, ya que la inversión empresarial está en mínimos y eso demuestra que las empresas prefieren desendeudarse. Torres ha apuntado que la inversión es "un proyector de crecimiento" por lo que ha lamentado esta situación que se está viviendo en España frente a otros países -como por ejemplo Francia- en los que se está haciendo mucho esfuerzo inversor.

Así, ha resumido que España tiene "un viento de cola favorable que propulsa la economía" pero ello debe interpretarse como "una ventana de oportunidad para avanzar en un cambio de modelo productivo". Según ha dicho, las palancas de la productividad se han diagnosticado y "no faltan ideas de qué hacer", pero la dificultad está en "el margen de maniobra para accionarlas" y en los instrumentos "para ir más allá".

Algo que, a su juicio, funciona "muy bien" y es "un músculo" que debería utilizarse "mucho más" es el diálogo social. Se han conseguido acuerdos claves y si se extienden este tipo de pactos con los sectores productivos a otras instituciones, pues se afrontan las negociaciones "con más peso".