Las exportaciones catalanas de productos de alta tecnología experimentaron un fuerte impulso durante el segundo trimestre del año, con un crecimiento interanual del 24,5%, según los datos publicados este miércoles por el Instituto de Estadística de Catalunya (Idescat). Este dinamismo contrasta con el retroceso sufrido por los productos de nivel tecnológico medio alto (-5,8%) y medio bajo (-6,6%), y sitúa la exportación de mayor valor añadido como motor de la balanza comercial. Las cifras revelan una transformación estructural en el tejido productivo catalán.
La apuesta por los sectores más intensivos en conocimiento e innovación está dando sus frutos, con las exportaciones de alta tecnología, alcanzando un valor de 3.531,4 millones de euros y representando ya el 14,2% del total de las exportaciones industriales. Dentro de este grupo de élite, el comportamiento es excepcional: los productos farmacéuticos, uno de los puntos fuertes de Catalunya, crecieron un 23,2%, mientras que el sector informático, electrónico y óptico lo hizo todavía más, un 26,6%.
La geografía de las exportaciones de alta tecnología también muestra un patrón claro. El crecimiento se debe principalmente a la explosión de la demanda en mercados fuera de la Unión Europea, que aumentaron un espectacular 48,2%. Las ventas dentro del mercado comunitario, aunque positivas, se mantuvieron en un terreno más moderado, con un avance del 4,2%. Esta diversificación hacia nuevos mercados internacionales reduce la dependencia económica del entorno europeo y abre oportunidades de crecimiento más amplias.
En el otro extremo de la mesa, las exportaciones de productos de nivel tecnológico medio (11.694 millones, -5,8%) y medio bajo (3.087 millones, -6,6%) registraron descensos significativos. La caída se concentra en sectores como los productos químicos y materiales (-9,9%) y el equipo eléctrico, maquinaria y vehículos (-4%). Estos sectores, tradicionales en la industria catalana, ven cómo su competitividad internacional se reduce. Destaca que, en estos niveles, las ventas en el resto del mundo caen con más fuerza (-13,9% y -9,3%, respectivamente) que las destinadas a la UE, que en el caso de los productos medios todavía crecieron ligeramente (+0,8%).
Los datos del Idescat pintan el retrato de una economía en transición. Catalunya está reorientando con éxito su modelo exportador hacia productos más sofisticados y con mayor valor añadido, un movimiento estratégico clave para asegurar su competitividad en el escenario global. Mientras los sectores tradicionales se enfrentan a retos, el empuje de la farmacéutica y la tecnología no solo compensa estos descensos, sino que proyecta una imagen de economía moderna, innovadora y con proyección internacional.
Con un tejido productivo dinámico y orientado al exterior, Catalunya es la mayor economía exportadora del Estado, representando más de una cuarta parte de las exportaciones totales del país. Su capacidad exportadora se basa en una diversificada industria. Los sectores clave son el automovilístico, la química, las máquinas y equipos y el agroalimentario. El principal socio comercial es la Unión Europea, con Francia y Alemania al frente, pero también hay una fuerte presencia en mercados extracomunitarios como los Estados Unidos y el Asia.