La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) ha informado que inicia de oficio que investigará a la empresa estadounidense OpenAI, propietaria del servicio ChatGPT, por un posible "incumplimiento de la normativa". Sigue así los pasos de Gobiernos como el de Italia, China o Estados Unidos, que ya anunciaron sus sospechas en los últimos días. 

El Comité Europeo de Protección de Datos (EPDB), del que la agencia española forma parte, iniciará un grupo de trabajo para abordar una normativa europea sobre el uso de datos de esta herramienta de Inteligencia Artificial generativa, que crea contenidos a partir de los datos recabados y procesados de forma automática. España actúa paralelamente como autoridad estatal de supervisión y control. La Agencia "aboga por el desarrollo y la puesta en marcha de tecnologías innovadoras como la inteligencia artificial desde el pleno respeto a la legislación vigente, ya que considera que sólo desde ese punto de partida puede llevarse a cabo un desarrollo tecnológico compatible con los derechos y libertades de las personas", según ha informado en un comunicado oficial en su página web.

En el caso de Italia, las medidas del garante para la Protección de Datos fueron más allá y, aparte de investigar a la empresa impulsora de la revolucionaria Inteligencia Artificial, la bloquearon con efecto inmediato. El organismo italiano fue más duro que el español y apuntó a "la falta de información a usuarios y a todos los interesados de quienes recoge datos OpenAI". En el caso de China, esta misma semana planteó una normativa que obligue a las empresas de Inteligencia Artificial generativa, esto es, que genera contenidos propios más allá de procesar datos, a someterse a férreos controles por parte del estado. 

En Estados Unidos, una de las organizaciones que pidió un manifiesto para frenar durante seis meses los experimentos con Inteligencia Artificial presentó una denuncia al considerar que la tecnología de GPT-4 viola la ley de protección de los consumidores y que se trata de un producto "sesgado, engañoso y supone un riesgo para la privacidad y la seguridad pública". 

Desde que, a finales de noviembre del año pasado, Chat GPT se abriera al público para realizar consultas con Inteligencia Artificial generativo, su desarrollo se ha acelerado a un ritmo endiablado. Tras Open AI, organización que fue cofundada por Elon Musk  junto a Sam Altman y otros empresarios, numerosas empresas se han sumado a la carrera por la generación de contenidos con Inteligencia Artificial, entre ellas Baidu, Alibaba y Google. Al interactúar con la Inteligencia Artificial, esta aprende los patrones y conocimientos de la persona, de forma que puede utilizar esa información en otros contextos, pero también adquirir información equivocada que pueda dar lugar a engaños, confusiones e informaciones falsas.