El Banco de España considera que el Plan Fiscal y Estructural de Medio Plazo 2025-2028 (PFEMP), presentado por el gobierno de España y aprobado por el Consejo de la Unión Europa en enero, carece de medidas concretas para su cumplimiento. Así lo indica en el Informe de Estabilidad Presupuestaria que ha presentado este martes el regulador financiero que dirige José Luis Escrivá, ministro en dos ocasiones con el Gobierno de Pedro Sánchez.
En él dice que, según el Informe de Progreso, presentado por el gobierno en abril, el gasto primario neto financiado nacionalmente creció un 4,1% en 2024, situándose por encima del límite del 2,6% recomendado inicialmente por las autoridades europeas a España en 2023, pero por debajo del 5,3% incorporado en el Plan Fiscal. El Banco de España señala que, según el gobierno, con las medidas ya aprobadas en 2025 volvería a crecer el gasto un 4,1 %, por encima del límite establecido en el PFEMP, que es del 3,7 %, pero sin llegar a superar el margen de flexibilidad que permiten las nuevas reglas fiscales.
Sin embargo, el Banco de España advierte de que ni el PFEMP ni el Informe de Progreso que lo acompaña se incorpora información sobre la evolución prevista de los componentes de los ingresos y gastos públicos más allá de 2025. Esto, añade, "reduce su utilidad como instrumento de planificación fiscal a medio plazo", un aspecto que -recuerda- también ha destacado la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) en su valoración del Plan. Además, el Banco de España señala que el Informe de Progreso no facilita suficiente información sobre las reformas estructurales implementadas.
El director general de Estabilidad Financiera, Regulación y Resolución del Banco de España, Daniel Pérez Cid, ha afirmado durante la presentación del Informe de Estabilidad Financiera que los ingresos y gastos proyectados a partir de 2025 están ausentes en el plan y ha añadido que en el Plan "no hay elementos suficientemente aterrizados".
Regulación bancaria
Por otro lado, Pérez Cid, al ser preguntando por una simplificación regulatoria para el sector financiero, ha manifestado que esta ha desempeñado un papel muy importante a la hora de reforzar el sector. En su opinión, es importante reconocer que todas las medidas que se tomaron después de la crisis financiera han colocado al sector bancario en una posición adecuada para afrontar los riesgos emergentes, "que no son pocos". No obstante, ha precisado que hay que hacer una evaluación y reflexión de esa regulación nacida tras la crisis financiera y "repensar" algunos elementos que, cree, pueden simplificarse. En cualquier caso, ha manifestado que ello no debe derivar en una reducción de la capacidad de resiliencia de las entidades.
Pérez Cid defiende también que hay que cambiar elementos que están generando dificultades de planificación o costes de cumplimiento muy elevados, preservando los niveles de resiliencia alcanzados sin que el sistema regulatorio imponga "cargas innecesarias". En cuando a la realización de test de estrés a la denominada 'banca en la sombra', Pérez Cid ha resaltado que uno de los elementos y prioridades de su dirección es "poner más énfasis en todo esto, incluyendo test de estrés que nos permitan hacer un análisis de estabilidad financiera".
Ha añadido que es un área en el que tienen que profundizar y seguir trabajando "porque es relevante para la estabilidad financiera"