El Ministerio de Trabajo y el de Seguridad Social defienden que el debate que se ha creado alrededor de la figura del fijo discontinuo no se justifica porque se trata de una minoría dentro del conjunto de indefinidos. Pero con los datos estadísticos disponibles es difícil saber cuántos empleos de fijos discontinuos se han creado este año e imposible determinar cuántos de estos contratados no están trabajando cada mes y durante cuánto tiempo están inactivos.

Trabajo declara que “no es cierto” que la mayoría de los nuevos contratos indefinidos sean fijos discontinuos. El Ministerio defiende que la media de 2022 (de enero a noviembre) registra “un aumento de 1,6 millones de afiliados indefinidos ordinarios y de 332.000 ordinarios fijos discontinuos”, con datos de la Seguridad Social al referirse a afiliados. Y que, por tanto, “los indefinidos ordinarios multiplican casi por cinco el aumento de los indefinidos fijos discontinuos”. Unos datos que apuntó la vicepresidenta hace unos días y ratifican fuentes ministeriales a ON ECONOMIA.

Sin embargo, estas cifras distan mucho de las que el propio Ministerio ha ido ofreciendo mes a mes con los registros del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). El secretario de Estado de Empleo y número dos del Ministerio, Joaquín Pérez Rey, este martes hizobalance​ de los datos del empleo indefinido creado en el primer año de la reforma laboral. Entre enero y diciembre se han firmado 7,03 millones de contratos por tiempo indefinido (2,31 millones de los cuales son de fijos discontinuos), que suponen 4,91 millones más que en 2021 y un crecimiento similar respecto a 2019.

Cinco millones más

De esos casi cinco millones de contratos indefinidos más que se firmaron el año pasado respecto a 2021, Pérez Rey explicó que 2,8 millones (57%) eran indefinidos ordinarios, y los otros 2,1 millones, fijos discontinuos (43%). Lejos, pues, de los datos de la Seguridad Social esgrimidos por la propia vicepresidenta para restar relevancia al debate en torno a la figura contractual que se puso de moda con la reforma laboral.

De hecho, esta relevancia otorgada al contrato de fijo discontinuo ha provocado que su crecimiento sea muy superior a las otras dos modalidades de indefinidos “ordinarios” respecto a 2021, cuando era un contrato testimonial. Así, de los cinco millones de empleos indefinidos de nueva facturación (descontados los 2 millones que se habían creado en años anteriores), el 43% serían fijos discontinuos, y de los indefinidos ordinarios, 1,7 millones son a tiempo completo (34,6% del total de indefinidos), y los otros 1,1 millones indefinidos, a tiempo parcial (22,4%).

Seguridad Social

Además, el aumento de los 332.000 afiliados fijos discontinuos en 2022 que señala Díaz se queda corto sobre el dato que maneja la Seguridad Social, aunque la vicepresidenta hace referencia a la media del año, mientras que el departamento que dirige José Luis Escrivá contabiliza los datos de diciembre sobre diciembre. El secretario de Estado de la Seguridad Social, Borja Suárez, hizo también este martes balance de los nuevos trabajadores indefinidos afiliados respecto a 2021.

El número dos de la Seguridad Social cifró en un incremento de 2,3 millones los afiliados con contrato indefinido a finales del pasado año respecto a diciembre de 2021, de los cuales 450.000 tienen un contrato fijo discontinuo. Lo que coloca en 13,4 millones el total de afiliados que cuentan con algún tipo de contrato indefinido, 830.000 de los cuales son fijos discontinuos (450.000, creados este año, y otros 380.000 son contratos realizados antes de la reforma laboral).

Depurando los datos

Sin embargo, los datos de la Seguridad Social tienen trampa, pues contabilizan exclusivamente a los trabajadores fijos discontinuos que están de alta. Es decir, que en ese mes están activos trabajando para su empresa y no en periodo de espera a que se les vuelva a llamar. Por tanto, si solo este año se han firmado algo más de 2,3 millones de nuevos contratos de fijos discontinuos y solo trabajan de media 850.000 al mes, la pregunta es: ¿cuántas de estas personas están inactivas a la espera de que sus empresas las reintegren a la actividad?

Pérez Rey reconoce que es muy difícil de saber y que, por eso, el SEPE no aporta ese dato, ya que “las estadísticas al respecto no son fiables”. Algo que viene siendo así desde 1985, cuando los Servicios de Empleo empezaron a contabilizar a los trabajadores con esta modalidad contractual. Pero el secretario de Estado de Empleo aclaró este martes que están trabajando para depurar los datos y poder hacerlos públicos. Así se podrá conocer cuántos meses trabajan y cuántos están parados al año.

Tres mediciones

Florentino Felgueroso, estudioso del mercado laboral de la Fundación Fedea, explica a ON ECONOMIA que hay tres formas de medir los fijos discontinuos. La primera son los datos que el SEPE aporta cada mes y que contabilizan 2,3 millones de personas que firmaron estos contratos el año pasado. Y también se recogen los demandantes de empleo con “una relación laboral, aunque no están trabajando”, un colectivo que incluye a los fijos discontinuos que están a la espera de que sus empresas les llamen para volver a trabajar. Pero son cifras aproximadas que, según Pérez Rey, se están depurando para dar una información más precisa.

Felgueroso aclara que el SEPE no es muy fiable para saber cuántos fijos discontinuos no están activos en un mes concreto (completaría las cifras de fijos discontinuos activos de la Seguridad Social), pues muchos no se apuntan en las oficinas de empleo si no les corresponde una prestación del paro. Esta es la estadística que ha generado tanta polémica, pues el SEPE no los considera “parados” porque tienen un contrato en vigor, por lo que el PP acusa al Gobierno de “maquillar las cifras de desempleo”. El Ministerio de Trabajo contesta que se contabilizan igual ahora que cuando gobernaban los populares.

A través de la EPA

La segunda fuente para contabilizar a los fijos discontinuos es la afiliación de la Seguridad Social, que, como se ha comentado, solo permite saber cuántos trabajadores están en alta; es decir, los que actualmente trabajan. La tercera fuente es la Encuesta de Población Activa (EPA), realizada trimestralmente por el INE. Al respecto, el profesor Felgueroso considera que está captando mal a este colectivo, ya que en el tercer trimestre solo constaban medio millón de alta (frente a los 850.000 afiliados de la Seguridad Social) y apenas 100.000 como inactivos a la espera de reincorporarse a la empresa (frente al medio millón del SEPE).

El catedrático de Derecho del Trabajo de la Universidad de Sevilla Jesús Cruz Villalón explicaba a ON ECONOMIA, en referencia a las fuentes estadísticas que miden el mercado de trabajo, que los datos del paro registrado empezaron a ser discutidos hace tiempo. Aun así, la polémica se ha agudizado a partir de la reforma laboral, por la “toma o no en consideración de los períodos de inactividad de los trabajadores fijos discontinuos”. En opinión de Cruz Villalón, en estos momentos pasa a ser decisivo por el incremento exponencial que se ha producido en esta modalidad contractual, habiéndose celebrado ya a lo largo de este año “más de dos millones de contratos de trabajo”.