Diciembre deja un panorama sombrío en lo que a creación de empleo se refiere, aunque en opinión del Gobierno el mercado de trabajo no está perdiendo dinamismo ante una economía más débil. El último mes del año cerró con la destrucción de 8.347 puestos de trabajo medidos en términos desestacionalizados, algo raro para diciembre. Hay que remontarse diez años, a 2012, para ver un diciembre con caída de la afiliación en términos desestacionalizados, aunque en aquel año los empleos destruidos superaron los cien mil. En términos originales, el número de afiliados creció en diciembre en 12.640 personas, una cifra igualmente baja frente a diciembre anteriores. Si se mide el último trimestre, entre octubre y diciembre la afiliación ha aumentado en 93.953 personas, lejos de los 265.339 de 2021 y por debajo de 2020 en lo más duro de la pandemia.

Algunos expertos en el mercado laboral han advertido este martes de esta bajada en la creación de empleo. La CEOE ha señalado que los datos de afiliación y desempleo conocidos este martes confirman que se intensifica la desaceleración del mercado laboral observada desde abril. “Diciembre finaliza con 12.640 cotizantes másde media (en términos originales) y 43.727 desempleados menos, datos muy alejados de los del periodo prepandemia”, señala la patronal.

“No creo que el mercado de trabajo esté perdiendo dinamismo. Al contrario, es el factor económico que mejor se está comportando”

Pero la lectura que hace el Gobierno es distinta. Joaquín Pérez Rey, secretario de Estado de Empleo, ha declarado: “No creo que el mercado de trabajo esté perdiendo dinamismo. Todo lo contrario; es el factor económico que mejor se está comportando. Ha demostrado resistencia a pesar de las dificultades económicos sufridas este año”, ha señalado. Incluso ha resaltado que antes de la reforma laboral, en una situación similar a la padecida este año con las fuertes subidas de precios y la incertidumbre energética, “el mercado de trabajo se habría comportado de otra manera; se habría producido destrucción de empleo”, ha comentado.

El secretario de Estado de la Seguridad Social, Borja Suárez, ha sostenido igualmente que el mercado de trabajo no esté perdiendo dinamismo, aunque en su caso reconoce “una menor intensidad de ese dinamismo, consecuente con la propia economía”. Aún así, el número dos de la Seguridad Social considera que no se está produciendo un cambio de escenario en términos de creación de empleo: “La impresión no es esa”, ha remarcado.

Cambio en el empleo

En opinión de los dos secretarios de Estado relacionados directamente con el mercado laboral, los malos datos de creación de empleo e, incluso, la menor bajada del número de parados (43.730) que en otros diciembres se explica en un cambio de la estructura del empleo tras la entrada de la reforma laboral hace un año. Según Pérez Rey, la reforma laboral ha suavizado los efectos estacionales del empleo (con un gran impacto en la campaña navideña), pues tanta contratación estable ha limitado estos cambios bruscos que se producían en años anteriores por efectos del calendario y las actividades de temporada.

El secretario de Estado de la Seguridad Social ha desarrollado en profundidad esta tesis. Así, aun reconociendo que este diciembre ha sido menos positivo en creación de empleo que años anteriores, considera que la composición del empleo es ahora distinta y provoca que las oscilaciones estacionales son ahora menos acusadas. En su opinión hay tres elementos que explican el comportamiento de diciembre, aunque ha reconocido que ha de hacerse un seguimiento de los datos de creación de empleo los próximos meses.

El primer factor es que los niveles de afiliación, 20,93 millones de personas, suponen un récord histórico y son muy superiores a los de solo hace un año, casi medio millón más. Por tanto, los ritmos de creación de nuevos empleos tenderán a moderarse dado que el nuevo empleo surgido tras la reforma tiene una mayor estabilidad.

Climatología adversa

El segundo factor es la propia volatilidad de los meses de diciembre, muy marcados por elementos coyunturales. Y, en opinión de Borja Suárez, el último mes del pasado año ha tenido algunos que han podido influir negativamente en la creación de empleo como, por ejemplo, las lluvias del Puente de la Constitución, que ha incidido en algunos sectores (en referencia al turístico), o unas campañas agrícolas peores también por la climatología.

El tercer factor que podría estar detrás de una afiliación negativa de diciembre en términos desestacionalizados es que los componentes estacionales están cambiando, en una tesis similar a la defendida por Pérez Rey. El responsable de la Seguridad Social ha señalado que la estacionalidad ya no es tan marcada, algo que se ha notado en otros meses en las cifras de afiliación. En concreto, los meses de junio y julio se comportaron de manera muy diferente a años anteriores, con un buen dato en junio y, sin embargo, uno muy malo en julio. Algo similar ha sucedido al final de año, cuando noviembre ha mostrado fuerza en la creación de empleo, cuando diciembre ha sido pésimo.