Las asociaciones de consumidores valoran las trabas impuestas por el Consejo de Ministros a la opa del BBVA sobre el Sabadell, aunque lo han hecho con matices. Así, mientras que la Asociación de Usuarios Financieros (Asufin) ha considerado positivo que el Gobierno haya puesto el acento en preservar las condiciones de empleo y oficinas a la hora de autorizar la opa del BBVA sobre el Sabadell, la organización de consumidores Facua ha lamentado que el Gobierno la haya aprobado, aunque haya prohibido una fusión de las marcas en tres años, cinco si se prorroga.

Asufin, en un comunicado, ha considerado este martes positivo que el Ejecutivo haya condicionado la aprobación de la opa a que ambas entidades operen separadas durante tres años, lo que "supondrá garantizar el mantenimiento de una red de oficinas y empleados suficientes para la atención de los usuarios". Sin embargo, FACUA-Consumidores, que había solicitado al Gobierno de Pedro Sánchez que rechazara la opa, ha lamentado que el Gobierno la haya aprobado y ha insistido en los perjuicios que va a causar a los consumidores, especialmente a los más vulnerables, "al generar mayor exclusión financiera".

El secretario general de Facua, Rubén Sánchez, ha dicho que "en breve los usuarios veremos cómo cierran más oficinas, echan a más trabajadores a la calle y nos dan menos por jugar con nuestro dinero".

Sindicatos

Por su parte, el secretario general de UGT en Catalunya, Camil Ros, ha reclamado este lunes que se establezcan mecanismos de control para que la opa del BBVA sobre el Banco Sabadell no destruya empleos o conlleve el cierre de oficinas de manera "encubierta". "Si finalmente el BBVA decide seguir adelante con la opa, creemos que son necesarios mecanismos de control y transparencia", ha señalado Ros a los medios.

El responsable del sindicato en Catalunya ha subrayado que la organización velará por el cumplimiento de las condiciones que ha impuesto el Gobierno a la operación en caso de que el banco que preside Carlos Torres decida seguir adelante con la opa y el canje propuesto atraiga al número suficiente de accionistas del Sabadell. El líder sindical ha advertido que espera que esa decisión no sea una forma de "retrasar la operación tres o cinco años", lo que significaría el "aviso de una muerte anunciada"