Catalunya es la comunidad autónoma con la deuda más elevada de todo el Estado español, alcanzando los 84.327 millones de euros a cierre de 2022. Así se desprende del informe  'Endeudamiento de las Comunidades Autónomas' publicado este lunes por BBVA Research, que refleja una deuda per cápita en Catalunya de 10.981 euros. La Comunitat Valenciana, con 55.031 millones, y Andalucía, con 37.870 millones, ocupan la segunda y la tercera posición del ránking. Sumando las cifras, se observa que entre los tres territorios concentran más de la mitad de la deuda autonómica del Estado.

En términos de PIB regional, la Comunitat Valenciana ocupa la primera posición, puesto que su deuda equivale al 44% de su producción, por delante de Castilla-La Mancha y Catalunya (33% ambas) y Murcia (32%). Por su parte, Navarra (14,1%), Canarias (13,8 %), País Vasco (13,7 %) y Madrid (13,5 %) son las comunidades con una ratio menor de endeudamiento con respecto a su propio PIB.

Además, el estudio recoge que las comunidades más endeudadas (Catalunya y la Comunidad Valenciana) triplican el nivel de deuda per cápita de las menos endeudadas. En términos de PIB, las diferencias aumentan y además aparecen en el grupo de mayor riesgo regiones como Murcia y Castilla-La Mancha, que tienen un menor nivel de PIB regional.

La deuda autonómica alcanzó máximos históricos en 2022

Según el análisis de BBVA, aunque la carga financiera aumenta con el volumen de deuda, la estructura de la misma lleva a algunas comunidades, como Castilla-La Mancha, a situaciones más difíciles. Además, indica, las regiones con mayor carga financiera y mayor volumen de deuda "son, persistentemente, las que menos ahorran, perpetuando el problema y la heterogeneidad regional".

Algunas de las comunidades más endeudadas, como Murcia, Castilla-La Mancha o la Comunidad Valenciana en menor medida, tienen una estructura de gasto más rígida, con un peso del gasto de funcionamiento por encima de la media. Asimismo, algunas comunidades como Madrid, Catalunya o Murcia mantienen niveles muy reducidos de gasto de capital.

El informe destaca que, hasta 2007, la deuda autonómica permaneció en niveles moderados, con tasas de crecimiento interanual promedio del 7,3%. Año en el que la deuda de las autonomías era de 61.960 millones de euros, tan solo un 5,8% del PIB. No fue a partir de la crisis financiera que se desató en 2008 cuando se disparó la deuda de las comunidades autónomas.

De este modo, entre 2008 y 2015, la deuda autonómica creció a un ritmo del 20% anual, hasta alcanzar el 25% del PIB. En los siguientes años, entre 2015 y 2020, la deuda se estabilizó en torno al 24% del PIB, pero volvió a subir con la llegada de la pandemia de la Covid-19. Así, a cierre de 2022, la deuda autonómica alcanzó máximos históricos, superando 316.800 millones de euros, un 23,9% del PIB.

El FLA, principal instrumento de financiación

Por otro lado, de las conclusiones del estudio de BBVA Research, se extrae que las herramientas de financiación han ido evolucionando a lo largo de las últimas décadas. Entre 1995 y 2011, la emisión de valores fue ganando peso, representando un 47% de media del total de la financiación frente al 53% de los préstamos. No obstante, el cierre de los mercados en 2012, provocado por la crisis financiera, y la entrada en vigor de mecanismos de liquidez, como el Fondo de Liquidez Autonómico (FLA), restó peso a estos instrumentos de financiación.

Es por ello que el FLA se ha convertido en el principal instrumento de financiación de los gobiernos regionales y representa casi el 59% del total de la deuda, frente al 14% de los valores emitidos en el mercado. A partir de 2020, algunas de las comunidades recurrieron de nuevo a las instituciones financieras para captar financiación y los préstamos ganaron peso hasta representar el 27% del endeudamiento autonómico.

En este sentido, el FLA permitió el acceso a la financiación en un momento de cierre de los mercados y, además, a unas condiciones muy favorables. En su ausencia, las comunidades habrían tenido que asumir un coste promedio adicional de más de 1 punto porcentual, lo que habría situado la deuda 2 puntos del PIB por encima del nivel registrado en 2022.

"En línea con el periodo continuado de tipos bajos hasta 2021, el coste de la deuda autonómica ha seguido una tendencia descendente, y con la entrada en vigor de los mecanismos de liquidez se aceleró la caída del tipo implícito, lo que parece haber protegido a las comunidades ante la subida del coste del acceso a la financiación en 2022 y 2023", destaca el informe.