La demanda de crédito de las empresas se hundió al ritmo más alto desde la crisis del 2008 y la de hipotecas sigue cerca de mínimos histórico. Los bancos de la zona euro reportaron el primer trimestre del 2023 un endurecimiento sustancial de sus condiciones de préstamo, que sobrepasó las expectativas de las mismas entidades, como consecuencia de la percepción de riesgo mayor en un contexto marcado por las subidas de los tipos de interés y las turbulencias en el sector después del colapso de varios bancos en los Estados Unidos y el rescate de Credit Suisse, según refleja la última edición de la encuesta de préstamos bancarios del Banco Central Europeo (BCE).

Las previsiones

Con vistas al segundo trimestre, los bancos encuestados informaron el BCE de que esperan emprender un endurecimiento adicional, aunque más moderado, de sus estándares crediticios para los préstamos a empresas y para adquisición de vivienda. En el caso del crédito al consumo, los bancos de la zona euro anticipan un endurecimiento neto más alto de las condiciones de préstamo a un ritmo similar al del primer trimestre del 2023. Desde el lado de la demanda y con vistas al segundo trimestre del año, los bancos esperan una caída neta adicional de la solicitud de crédito de las empresas, aunque de menor proporción en la observada entre en enero y en marzo. Asimismo, los bancos esperan una fuerte disminución neta adicional en la demanda de préstamos para vivienda y una disminución neta un poco menor en la demanda de crédito al consumo que el primer trimestre.

¿Cómo lo interpreta el BCE?

"El endurecimiento de los préstamos en empresas y para la compra de vivienda fue más fuerte de lo que esperaban los bancos el trimestre anterior y apunta a un debilitamiento persistente de la dinámica crediticia", destaca el BCE, que ha advertido en las últimas semanas de la relevancia de la información sobre préstamos bancarios con vistas a sus decisiones sobre política monetaria. En este sentido, a mediados de abril, el economista jefe del BCE, el irlandés Philip Lane, ya advertía de la relevancia de la información proporcionada por la encuesta de préstamos bancarios porque permitiría conocer los primeros efectos de las turbulencias financieras de marzo sobre la actividad crediticia en la zona del euro.

En concreto, las entidades de la zona euro indicaron un endurecimiento todavía mayor de sus condiciones de préstamo a las empresas, con un porcentaje neto del 27% de bancos que reportaron más restricciones, el ritmo más alto desde la crisis de la deuda soberana de la zona euro en el 2011. Asimismo, desde el lado de la demanda, los bancos confirmaron una fuerte disminución neta a la demanda de préstamos o disposición de líneas de crédito por parte de las empresas el primer trimestre del 2023.

De hecho, esta caída de la demanda neta fue más fuerte del que se esperaba los bancos el trimestre anterior y "es la más fuerte desde la crisis financiera mundial", advierte el BCE, señalando que las entidades informaron que el principal motor de esta caída fue el nivel de los tipos de interés en un entorno de endurecimiento de la política monetaria. Con respecto a los préstamos en los hogares para la compra de vivienda, los bancos de la zona del euro también informaron de un nuevo endurecimiento neto sustancial de sus criterios crediticios para la concesión de hipotecas, mientras que las restricciones netas fueron menos pronunciadas para el crédito al consumo y otros préstamos en los hogares.

Por su parte, la disminución neta en la demanda de préstamos para vivienda se mantuvo cerca de la caída histórica reportada el trimestre anterior, mientras que hubo una disminución neta menor en la demanda de crédito en el consumo y el resto de préstamos en los hogares. En este sentido, el BCE refleja que el aumento de los tipos de interés, el debilitamiento de las perspectivas del mercado de la vivienda, la baja confianza de los consumidores y la disminución del gasto en bienes de consumo duraderos contribuyeron negativamente a la demanda.