El Banco de España revisa al alza la previsión de crecimiento económico de España para este 2025. El organismo que dirige José Luis Escrivá prevé ahora que el PIB alcance el 2,6%, dos décimas más de lo que había pronosticado en los trimestres anteriores. Esta revisión, que se alinea con la anunciada por el Gobierno español y servicios de estudios como el Panel de Funcas obedece a dos factores de signo opuesto.
Según explica el supervisor en el último informe trimestral de la economía española, publicado este martes, la revisión al alza obedece, por un lado, al comportamiento de la actividad económica en los últimos meses, junto a la fortaleza que muestran los indicadores coyunturales más recientes. Esto ha hecho que la previsión del PIB suba tres décimas para el conjunto del año. Sin embargo, la incorporación de los nuevos supuestos (en particular en lo referente a los precios de la energía y al tipo de cambio) dibuja un escenario ligeramente más adverso que en junio, y resta una décima a la actividad de 2025.
Por ello, la previsión ahora sube del 2,4% al 2,6%, mientras que mantienen sin cambios las tasas de crecimiento proyectadas por el Banco de España para el 2026 y el 2027, que alcanzarían el 1,8% y el 1,7%, respectivamente. Si bien la ausencia de cambios en la previsión de 2026 enmascara una ligera revisión al alza por el efecto arrastre del mayor crecimiento proyectado para 2025, que se compensa con una revisión a la baja por el efecto de un empeoramiento en el entorno exterior de acuerdo con los supuestos técnicos, en concreto, sobre los precios de la energía, el tipo de cambio y los mercados mundiales.
El PIB creció un 0,7% en el segundo trimestre
En el informe, se explica que la economía española continúa mostrando una notable capacidad de resiliencia en el actual contexto internacional y registró en el segundo trimestre un comportamiento más favorable del previsto, impulsada por el buen desempeño de la demanda interna y, en particular, del consumo privado y la inversión. En concreto, en el segundo trimestre de 2025, el PIB creció a una tasa intertrimestral del 0,7%, superior tanto al ritmo observado en el trimestre precedente —0,6%— como al contemplado en el ejercicio de proyecciones del Banco de España de junio —entre el 0,5% y el 0,6%—.
Este dinamismo de la actividad en el segundo trimestre se habría visto respaldado, entre otros factores, por unas condiciones financieras favorables (caracterizadas por un menor coste del crédito y un aumento de los flujos de financiación a hogares y empresas). De cara al tercer trimestre, los indicadores coyunturales más recientes apuntan a que la economía mantendrá un ritmo de crecimiento robusto, con una tasa estimada entre el 0,6% y el 0,7%.
La inflación sigue al alza
En el ámbito de los precios, el supervisor prevé una tasa de inflación promedio en 2025 del 2,5%, una décima superior a la prevista en junio. Esta revisión responde al encarecimiento de los precios de la energía y, en menor medida, de los alimentos, que se ha visto compensado parcialmente por un crecimiento de los precios de los servicios algo inferior al previsto, en parte, por la introducción en julio del nuevo sistema tarifario del transporte público.
De cara al resto del horizonte de proyección, y en línea con lo previsto en junio, el Banco de España anticipa una desaceleración de la tasa de inflación, hasta el 1,7%, en 2026 y un repunte, hasta el 2,4%, en 2027, resultado principalmente de la introducción de un nuevo régimen de comercio de derechos de emisión de la UE.