El sector de los cuidados debe prestigiarse y, más aún, las personas que se hacen cargo de la atención a las personas dependientes, de cualquier franja de edad, porque no solo hay que asistir a las personas mayores. Esta es una de las conclusiones de la mesa de debate Corresponsabilidad: oportunidades para cuidar en igualdad, que se ha celebrado este miércoles en el marco de la jornada El futuro del sector de los cuidados: retos, innovación y talento, organizada por ON ECONOMIA.
La atención a los cuidadores se convierte en uno de los grandes retos en el sector de los cuidados porque los datos demuestran que es una actividad significativamente feminizada, tanto dentro del campo laboral como en las familias. Quien cuida de las personas dependientes es mayoritariamente la mujer, por lo que se necesita el diseño de nuevas políticas con perspectiva de género, ha comentado Saray Espejo Benito, directora general de Cuidados, Organización del Tiempo y Equidad en los Trabajos de la Generalitat de Catalunya, durante su participación en el debate.
La ponente ha compartido mesa con Laura Llinàs, coordinadora del Observatori Dona, Empresa i Economia (ODEE) de la Cambra de Comerç de Barcelona, y Patricia Cabré, representante de la Xarxa de Suport de Famílies Cuidadores y coordinadora de l’Associació Catalana d’Hemofília. Ha sido Cabré quien ha defendido que “hace falta un gran cambio cultural dentro de la sociedad, que debe entender que cuidar es un bien común, que los cuidados deben ser una infraestructura social como lo es, por ejemplo, la educación”.

Una actividad que equivale al 2,1% del VAB
En opinión de Llinàs, este reconocimiento debe ir acompañado de una visión más economicista de la actividad de los cuidados, ya que es “una infraestructura pública capital a la que se le debe otorgar el valor que tiene”. Para poner cifras, Llinàs se ha referido a un estudio del Observatorio de la Cámara que evidencia cómo la mujer es el pilar de la atención a las personas en todas las familias y que cuando hay una persona dependiente dedica unas 7 horas diarias, “eso significa hacer una segunda jornada laboral”. Por lo tanto, si se pagaran las horas que se dedican al cuidado de las personas con el salario que fija el convenio, el coste equivaldría al 2,1% del VAB de Catalunya y si se suman otros sectores indirectos se llega al 4,1%. “Queda claro que no es un tema marginal, sino que es una actividad que sostiene parte de nuestra economía”, ha manifestado Llinàs
Ante esta realidad, las tres ponentes han reclamado medidas para, por un lado, incitar la corresponsabilidad con la participación y responsabilidad de los hombres en la atención a las personas y, por otro lado, que las empresas tomen medidas para no discriminar a los trabajadores que necesitan flexibilidad para poder cuidar a terceras personas.
'¿Y tú, cómo estás?'
“Todas las personas que cuidan (no solo la gente mayor, la gente dependiente, sino también niños y jóvenes o personas necesitadas) deben recibir el apoyo de toda la comunidad”, ha añadido Patricia Cabré. Desde la Red de Apoyo de Familias Cuidadoras se reclama una atención a las personas cuidadoras: nunca se les pregunta ‘¿y tú, cómo estás?’, ha remachado Cabré. “Debe haber una responsabilidad compartida dentro de las familias, pero también dentro de la sociedad, las empresas, la comunidad en general", ha insistido Cabré.

El Govern destina 23 millones a la conciliación
En este sentido, la directora general de Cuidados, Organización del Tiempo y Equidad en los Trabajos de la Generalitat, Saray Espejo, ha anunciado que el Govern destinará 23 millones a los ayuntamientos de más de 20.000 habitantes y a los consejos comarcales para desplegar el Plan Corresponsables 2025 en Catalunya. La nueva edición del plan incorpora, entre otras novedades, la ampliación de los servicios de cuidado fuera del horario escolar a jóvenes de 17 a 21 años con discapacidad, una medida que da respuesta a una necesidad largamente reivindicada por muchas familias y que contribuye a mejorar sus condiciones de conciliación. El plan mantiene su carácter universal, pero incorpora criterios de priorización según la renta familiar para garantizar un acceso equitativo a los servicios y dar preferencia a las familias con menos recursos o en situación de vulnerabilidad.

Precariedad
Las ponentes han coincidido en el hecho de que la feminización del sector lleva aparejada una precarización laboral. Sueldos bajos, economía sumergida, precarización y discriminación con un peso elevado de personas migrantes dedicadas a estos trabajos... son un conjunto de elementos que se dan en el sector de los cuidados. "Es un sector superinvisibilizado", ha remarcado Saray Espejo.