Finalmente, el Ministerio de Trabajo ha claudicado y ha aceptado la demanda de Podemos para poder sacar adelante el subsidio de desempleo: los mayores de 52 años seguirán cotizando por encima de lo que les correspondería, concretamente un 25% más. Los ministerios de Trabajo y de Economía (cuando estaba Nadia Calviño al frente) intentaron suprimir esta sobre cotización. La renuncia a esta pretensión de rebajar la cotización, como exige Podemos y han apoyado los sindicatos, costará 450 millones de euros anuales al Servicio Público de Empleo Estatal (Sepe). O, para ser precisos, no se ahorrará 450 millones de los cerca de 2.250 millones que tendrá que desembolsar cada año para pagar las cuotas de los beneficiarios del subsidio para mayores de 52 años. Un acuerdo del que se han quedado fuera los autónomos.

Aunque las dos las paga el Sepe, el subsidio de desempleo se diferencia de la prestación por desempleo en que el primero se cobra cuando se ha agotado la segunda y no se tienen otros ingresos. Una ayuda actualmente de 480 euros al mes (80% del indicador público de renta a efectos múltiples o IPREM). Durante el pasado año, cada mes cobraron el subsidio de desempleo 719.536 personas, de las que la mayoría, 6 de cada 10, lo percibieron por ser mayores de 52 años. En el primer trimestre, el número de beneficiarios se ha elevado a 765.884 al mes, aunque el número desciende en la segunda parte del año. En Catalunya, en el primer trimestre cobraron el subsidio 97.001 personas, de las que 62.938 tenían más de 52 años.

El colectivo de mayores de 52 años es el único de los amparados por el subsidio de desempleo que tiene derecho a cotización a la Seguridad Social para la jubilación. Sin embargo, aunque la ayuda mensual en estos momentos es de 480 euros, el Sepe cotiza por ellos como si cobraran el salario mínimo interprofesional (SMI); es decir, por una base de 1.134 euros al mes. Pero a diferencia de los trabajadores que cobran el SMI, su cuota es un 25% superior, porque el Sepe cotiza como si tuviesen una base de 1.417 euros al mes, con un coste de 425 euros por beneficiario.

La decisión de mantener la sobrecotización a los mayores de 52 años beneficiarios del subsidio tiene un efecto doble. Por un lado, el impacto de mantener la medida, pero además, un incremento del coste, pues el subsidio —de aprobarse en el Congreso el acuerdo alcanzado este miércoles por el Ministerio de Trabajo y los sindicatos— subirá de los actuales 480 euros. Así, los perceptores del subsidio (no solo los mayores de 52 años) cobrarán 570 euros los seis primeros meses, 540 los seis siguientes y hasta completar el máximo de 30 meses, se mantienen los 480 euros. Una degradación que pretende incentivar a los perceptores del subsidio a buscar un empleo. Así, el coste de mantener la sobrecotización, con la prestación de 480 euros actual, tendría un impacto en el Sepe de 394 millones, pero el aumento de la ayuda,lo eleva a unos 450 millones.

Búsqueda del empleo

El Ministerio de Trabajo y el de Economía argumentaban motivos distintos para suprimir la sobrecotización. Trabajo considera injusto que una persona que cobra el subsidio y, por tanto, no está trabajando, tenga una cotización superior a una persona que sí trabaja, pero que cobra el salario mínimo. Economía basa su justificación en que esta cotización del 125% de la base mínima reguladora supone un desincentivo a la búsqueda de empleo para el colectivo, máxime si se tiene en cuenta que 1 de cada 2 supera los 60 años. Prefieren, según defendía Economía, cobrar el subsidio y tener una cotización mayor, que aceptar un trabajo con un salario mínimo a costa de una pensión más baja.

Pero el gobierno español se encontró con la desagradable sorpresa de que Podemos no acepta que se recorte este derecho a los mayores de 52 años. Yolanda Díaz ha defendido que la medida, que se aprobó en 2019, estaba relacionada con el salario mínimo, de 736 euros en 2018, lo que dejaba una pensión muy baja para un colectivo de muy difícil colocación y muy cercano a la jubilación. Sin embargo, este año el SMI está en 1.134 euros, por lo que la base reguladora se ha incrementado en más de un 50% y, según la vicepresidenta segunda y líder de Sumar, ya no se justifica la sobrecotización.

Cambios en 2019

La llegada de Pedro Sánchez a la Moncloa en 2019, tras la moción de censura a Mariano Rajoy, supuso una reforma del subsidio de desempleo para los más mayores. Por un lado, eliminó la decisión del Partido Popular de limitar la ayuda a los que superaran los 55 años, volviendo a los 52 años, como estaba en 2011. Eso ha supuesto un incremento del 12% de los beneficiarios. En el primer trimestre de 2024, de la media mensual de 455.641 beneficiarios, 55.171 tenían menos de 55 años. Mientras que en 2018, los mayores de 55 años sumaban 4 de cada 10 perceptores del subsidio, tras el incremento del colectivo, se ha elevado a 6 de cada 10.

El segundo cambio fue, precisamente, la decisión de sobrecotización del colectivo, elevando al 125% de la base mínima determinada por el SMI, frente al 100% de la base de los populares. La combinación de más beneficiarios con unas bases reguladoras más amplias ha dado como resultado, que en lo que va de 2024, las cotizaciones a la Seguridad Social de los mayores de 52 años equivalgan al 45% del coste de la prestación, mientras que en 2018 era el 20%. Una muestra del coste de las cotizaciones para el Sepe: en 2023, pagó por las mensualidades 4.396 millones de euros y por cuotas 1.971 millones.