Que el país es pequeño no es ningún secreto para Lluís Llach, que se lo recorrió hasta los últimos rincones durante los años que se dedicó a la música. Por eso no lo ha asustado volver a hacer bolos, pero esta vez no con la guitarra de Laura bajo el brazo sino con la hoja de ruta del procés independentista.

El diputado de Junts pel Sí ha decidido que los millares de personas que se registraron como candidatos voluntarios durante la campaña electoral del 27-S se merecen saber en qué punto está el barco que se suponía rumbo a Ítaca. El pasado viernes lo entrevistamos en Berga.